  "GÁLATAS - Un Estudio Expositivo" A
continuación le ofrecemos un índice de cada sección de este estudio que ya
está en línea. A la medida que se complete otra sección, su título
aparecerá abajo. Tome nota de que en los enlaces al calce de cada estudio,
el término 'Capítulo' se refiere al capítulo del estudio y no al capítulo
en Gálatas.
Dado el caso que el estudio / comentario sobre la Epístola de Pablo a los gálatas es una obra en proceso, siendo escrito poco a poco por su autor, el pastor David Surpless, el contenido que hallará siempre será aquel que ya se considera completado como para colocar en esta página. Por tanto, le invitamos a sintonizar nuestra emisora radial internet, Radio Voz De Gracia, los lunes, día en que desde la 1am hasta las 10pm, las predicaciones expositivas en orden consecutivo cada tres [ 3 ] horas son, precisamente, sobre la Epístola de Gálatas. Así, podrá escuchar enseñanza que aún no haya llegado hasta estas páginas, aunque en la emisora la exposición es 'en vivo' y no sigue este estudio escrito como su guía. Sin embargo, la materia es enseñada de forma igual, ya que es el fruto del estudio que Dios le ha permitido a este siervo suyo realizar a través de muchos años. Este aviso se repetirá varias veces en adelante. Introducción: Nuestra Meta: La Meta de este estudio: ¿Qué fin perseguimos con este estudio? ¿Qué tipo, o estilo de estudio utilizaremos? ¿Qué fuentes primarias se utilizarán para fundamentar la temática de este estudio? Primero, el Fin perseguido en este estudio es uno sólo, a saber: Llegar a conocer en su totalidad el contenido, el mensaje y la aplicación práctica para el cristiano de hoy. Y esto no es otra cosa que llegar a comprender, con honestidad espiritual e intelectual, qué fue lo que el Espíritu de Dios le escribió a los gálatas a través de su siervo Pablo. El contenido de aquel día sigue siendo el contenido hoy; el mensaje de aquel entonces es el mismo hoy; y, la aplicación práctica sigue siendo la misma hoy. Si bien las manifestaciones externas de una conducta desviada de la directriz clara de las Escrituras variarán según el contexto cultural, social que rodea al creyente contemporáneo, el principio bíblico envuelto será siempre el mismo. Y ésto tiene una muy sencilla razón de ser: Nuestro Señor "es el mismo ayer, hoy y por todos los siglos" (Hebreos 13:8). Segundo, el Tipo de estudio que a continuación hallará será más completo, profundo que un mero estudio devocional. Sin embargo, tampoco nos proponemos presentar un estudio profundo, teológico, técnico, exhaustivo con todas las legítimas ramificaciones como lo sería el estudio de la etimología de las palabras, el escrutinio de palabras claves en el idioma original del griego, etc. Tampoco nos proponemos ser meros ecos de lo que otros han escrito, aunque reconocemos que otros siervos de Dios han escrito muy buenos y completos comentarios sobre este libro de la Biblia -así como todos los demás libros también. Poseemos excelentes comentarios afines, mas, creemos que somos responsables ante Dios no meramente para ser "repetidores" de lo que otros han escrito sino de comunicar, con gran responsabilidad, aquello que Dios nos ha concedido, en su gracia, llegar a conocer, entender e implementar tocante a la enseñanza de este libro clave en la defensa de la fe de Cristo ante la creciente ola legalista que hoy día procura resucitar ese "otro evangelio" contra el cual Pablo truena tan fuerte y contundentemente en esta epístola. Nos proponemos, pues, seguir un estilo de estudio que llamaremos "expositivo", tal como enseñamos la Palabra de Dios desde el púlpito en la faena espiritual de alimentar a las ovejas de Dios. Esta epístola fue escrita a las "ovejas" gálatas, y el comentario que aquí ofrecemos es dirigido a las ovejas del Cristo regadas a través del mundo hispanohablante. Usaremos, lo más posible, aquel estilo organizativo que permita que el estudiante pueda con facilidad seguir el orden y la interacción de los preceptos enseñados así como los argumentos esgrimidos a favor de dichos preceptos. Tercero, nos proponemos usar como nuestra Fuente principal, exclusiva, mayoritaria la Palabra de Dios, y no porque pretendamos presentarnos como más bíblicos y/o espirituales que otros expositores, sino porque la única fuente o fundamento de la fe de Cristo es la Palabra. ¡Punto! Este mismo comentario que aquí iniciamos es, de por sí, sólo un documento humano... estamos comentando sobre la Palabra de Dios y aplicándola al creyente de hoy. Si nuestra fuente principal fueran los comentarios de hombres como nosotros, ya habría desmerecido el valor real de este estudio. Sería "llover sobre mojado". Dios no sólo usó a sus siervos en el ayer, sino que usa a sus siervos hoy, así como usará a sus siervos contemporáneos del mañana. Somos firmes creyentes en el valor de un comentario bíblico así como la predicación "en vivo" de la Palabra de Dios. Sin embargo, tomando la analogía en la que Dios nos presenta su Palabra como "alimento espiritual", como "pan de vida", insistimos en que, tal como la dedicada y responsable madre confecciona alimento fresco cada día para su famlia, en vez de insistir en que los suyos reciban la salud de hoy en base al alimento del pasado, así el siervo de Dios tiene la ineludible responsabilidad de poner sobre la mesa de sus comensales espirituales la Palabra de Dios, recién leída, estudiada y entendida en su propia alma. Así hablará como quien acaba de estar ante la Palabra viva de Dios en vez de como quien acaba de visitar la biblioteca de sus escritores favoritos del pasado con el fin de hacerse eco de sus "admirados" autores humanos. La gran diferencia estriba en que la "Palabra de Dios es viva, y eficaz, y más penetrante que toda espada de dos filos"(Hebreos 4:12). El predicador, escritor o comentarista del ayer, aunque predicó, escribió o comentó sobre esa Palabra viva es, en sí mismo, sólo un instrumento pasajero, por lo que alimentar otra vez al oyente con una gran medida de los comentarios de tal o cual siervo en realidad no comunica la Palabra viva, sino meramente los comentarios de otro sobre esa Palabra viva. Creemos, realmente, que uno de los retos más grandes, más retadores al verdadero mensajero de Dios hoy en día está en esta área de su vida, a saber: su ministerio a las ovejas. ¿Ha de ser un mero "repetidor" o lector de lo que otro escribió, o habrá de entrar ante la misma presencia de Dios donde el Espíritu iluminará su entendimiento para que así conozca la Palabra viva, para así llegar antes los oyentes -los comensales espirituales- con Palabra viva, recién iluminada a su corazón por haber estado ante el Maestro de todo maestro, el mismo Señor Jesucristo mediante la instrucción de su Espíritu? ¿Y, sabe algo? Es muy fácil reconocer la fuente principal de un predicador. Si sus oyentes van desarrollándose en "tradiciones y costumbres" humanas, haciéndose eco de lo que son, evidentemente, conceptos humanos en vez de bíblicos, quedará muy claro que "el cobre que están batiendo" procede de las minas del intelecto y la tradición humana y no las profundas riquezas de Dios. El atractivo de todo cristiano debiera ser el fruto del Espíritu, la hermosura de Cristo, los preceptos bíblicos puestos en práctica con gozo y humildad. Ese es el fin que perseguimos en este estudio, además de que, conociendo la Palabra de manera seria, espiritual, lleguemos a "crecer en todo en aquel que es la cabeza, es decir, en Cristo". En realidad, sólo pretendemos ser vasos sencillos, humildes a través de los cuales la Palabra de Dios pueda ser enseñada a usted por el Espíritu Santo de Dios. No pretendemos sabiduría propia, ni conocimiento más allá del que Dios nos ha dado. De una cosa usted, amado(a) estudiante de esta epístola de Pablo a los gálatas, puede estar muy seguro(a), y es ésta: que no estaremos basando nuestras afirmaciones sobre lo que otro humano no-inspirado escribió, ya sea un comentario, mensaje impreso o confesión de fe. Le aseguramos que sólo presentaremos aquí lo que podamos afirmar categóricamente: "así ha dicho Dios". Que su juicio sobre la validez y el valor de este comentario no se base sobre quiénes somos como humanos ni sobre "quiénes hemos leído y estamos comentando" sino sobre el exclusivo criterio de que "Dios así lo ha dicho en su Palabra". Resumiendo, pues, esta breve introducción a este tan clave comentario sobre la epístola de Pablo a los gálatas, aseguramos al lector/estudiante que lo que aquí habremos de afirmar de manera organizada, resumida es lo que Dios nos ha permitido llegar a entender acerca de su Palabra, y en particular, acerca de esta epístola que se escribió con el fin de alertar y proteger a su pueblo del peligrosísimo mal del "judaizantismo", ese sistema de pensamiento religioso que, rehusando aceptar que Cristo estableció un nuevo pacto en su sangre que dio por terminado el antiguo -la ley mosaica... los 10 mandamientos como pacto- procuraba crear ese supuesto "otro evangelio" que, por no ser realmente el evangelio verdadero de Jesucristo, sólo merecía la maldición de parte de Dios. El estudiante debe entender que este mal de los judaizantes no se quedó atrás, muerto en la historia del hombre. Sigue muy vivo, activo presentándose bajo muy variadas fachadas pero, a fin de cuentas, con la misma meta: sujetar al creyente a la ley del pacto antiguo, ya sea en parte o no, debido a que rechaza, de plano, la enseñanza bíblica del nuevo pacto establecido por Cristo mediante su sangre derramada. No es una exageración señalar que quienes así enseñan, reaccionan ante la anterior afirmación sobre la actualidad del nuevo pacto de manera similar a como reaccionaban los judíos ante la predicación apostólica sobre la resurrección de Cristo. Ahora bien, deseamos que quede más que claro que este estudio, así como el resto del contenido instructivo bíblico en cualesquiera de nuestra familia de sitios en el internet, sólo tratará las afirmaciones doctrinales bíblicas, sin jamás entrar en señalamientos de grupos, denominaciones, personas, etc. por sus nombres. De ser necesario, sin embargo, ofreceremos breves citas de escritos de los tales con el único fin de evidenciar el error que, por medio de este estudio, procuramos esclarecer a la luz de la eterna, inspirada Palabra de Dios. El error siempre quedará expuesto ante la verdad de la Palabra... y quien anda propagando el error siempre se dará por aludido cuando la luz de la Palabra eterna de Dios alumbre sobre su error. Sólo puede haber dos reacciones a la penetrante luz divina: o humilde aceptación de la verdad eterna de Dios con el consecuente rechazo del error hasta ese momento creído y enseñado, o la reacción airada de quien se siente atacado. El veredicto de la verdad está en las manos de Dios, y su fallo judicial se basará en lo escrito en su santa Palabra, jamás en las opiniones tradicionales de los hombres. Basándonos en esta afirmación, ni siquiera intentaremos "probar" o "corroborar" la verdad de Dios declarada -ella se defiende sola. Sólo habremos de declarar la verdad de Dios. El recibir o rechazar queda de parte de quien está ante la Palabra de verdad. Entienda, pues, estimado(a) estudiante de este comentario que está por comenzar, que no escribimos ignorando el error doctrinal que esta epístola revelará de forma completa, excelente y sobrenatural por lo que es. Pablo no escribió a los gálatas ignorando la precaria situación del peligro espiritual, eterno de ellos ante los embates de los judaizantes. Por el contrario, su motivo -inspirado por el Espíritu de Dios- al escribir fue, precisamente, llamar la atención de ellos al grave peligro que corrían, a la ignorancia espiritual que daba lugar a su ya iniciada caída en dicho error así como también pronunciar fuertes palabras de anatema (maldición) sobre los que infiltraban insidiosamente a los hermanos con este "otro evangelio" que en nada era el evangelio de Dios. Presentamos, pues, este comentario con el específico y muy claro motivo de llamar a los hijos de Dios que leen estas líneas a que vuelvan a examinar la verdad de la Palabra de Dios y a edificar sus vidas ante Dios sobre el único fundamento legítimo provisto a la fe del cristiano en la iglesia de Cristo, a saber: la ley de Cristo, que descansa sobre el nuevo pacto que él obró por medio de su sangre derramada en la cruz. Cualquier otro fundamento es arena movediza por haber éste rechazado la Roca sobre la cual está fundada la fe que Dios da. Es edificar un edificio "religioso" cuando la "piedra, cabeza del ángulo -quien es Cristo- está en otra casa: su casa espiritual. (Lea Hechos 4:11 sobre ésto.) Dios nos ayude a podernos colocar en los zapatos, en el lugar de los gálatas. Recibamos esta epístola como escrita a nosotros -y en realidad así es- y pidámosle a Dios que nos conceda la humildad para examinar nuestra fe, a fin de poder estar seguros de que en realidad nuestra esperanza eterna descansa sobre la obra de Cristo -y no sobre las sombras, como si la luz no hubiesa llegado, alumbrando a las almas hacia la obra perfecta de Cristo- de quien Moisés mismo le dijo a sus contemporáneos, "Profeta de en medio de ti... te levantará Jehová tu Dios; a él oirés" (Deuteronomio 18:15); "Porque Moisés dijo... Dios levantará profeta... como yo... a él oiréis en todas las cosas que os hablare" (Hechos 3:22). Compare con estas palabras: "He aquí dos varones que hablaban con él" (Cristo), los cuales eran Moisés y Elías... y vino una nube y los cubrió... y una voz de la nube que decía: 'Este es mi Hijo amado; a él oid'" (Lucas 9:30-35. Consideremos, pues, a continuación: 1. ¿Quién escribió la epístola?2. ¿A quiénes le escribió? 3. ¿Por qué les escribió?... (sigue en el 1er capítulo) Pase al próximo Capítulo del estudio: Gálatas 1:1-5 Regrese al índice de este estudio Regrese al Prólogo Regrese a la Introducción - parte 1: Consideraciones Generales
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