Indice
de preguntas en esta página:
1.
¿Qué
es el rapto de los cristianos?
G.G.
- México; O.R. Chile; J.V. Puerto Rico
2.
¿Qué
significa el mensaje de Apocalípsis, los espíritus, los candeleros? E.C.
- México
Tres preguntas variadas sobre la "tribulación".
3.
¿Pasará la iglesia por la gran
tribulación?
4. ¿Estará el
Espíritu Santo durante la gran tribulación?
5. ¿Será el
rapto antes o después de la gran tribulación?
G.G.
- México; Wanda - Puerto Rico; E.C. - México
Aviso
Importante - Dado el caso de que las preguntas
relacionadas a temas escatológicos -es decir, referentes a la profecía,
al futuro- guardan estrecha relación con el contenido del libro
de Apocalipsis,
nos place referirles a un Comentario
en línea sobre el mismo, escrito por un siervo de Dios inglés
y que fue traducido al castellano por un hermano en Cristo argentino. Con
ambos hemos sostenido comunicación via "email", luego
de lo cual hemos decidido ofrecerles su URL. En franca honestidad
debo decirle que he auscultado el mismo de manera rápida, superficial
por lo que podría albergar algunas reservas sobre algún punto
que otro interpretativo. Nos ha llamado la atención, sin embargo,
la honestidad interpretativa del autor y el hecho de que en términos
generales él se ciñe al contenido que allí está
escrito y no a las interpretaciones tradicionales del último siglo
que en gran medida se basan en la repetición de especulaciones infundadas.
Por esto, no tenemos reparo en enviarle a usted a este documento.
Recomendamos que se tome su tiempo allí para leer y estudiar el
contenido con su Biblia en la mano. Creo que le será muy provechoso
a su alma.
Pregunta
¿Que
es el "rapto"
de los cristianos... cuáles serán las señales que
antecederán ese evento... sucederá antes o durante la tribulación?
G.G. México
Me gustaría saber
la secuencia en fechas, duración y citas
biblicas desde la segunda venida de Jesucristo en adelante.
O.R. Chile
Hay algunos temas que
desconozco si los ha tocado, tales
como: el rapto,
el anticristo, el Mercado Común Europeo.
J.V. Puerto Rico
Respuesta
En
la última "Pregunta y Respuesta" aparecida en esta sección,
"La Pregunta de Hoy", anticipamos que pronto responderíamos
a aquellas preguntas e inquietudes que abordan el tema del "rapto"
de la iglesia de Cristo. Ese momento llegó y oramos a Dios
que usted pueda examinar con mucho detenimiento las siguientes líneas
-con su Biblia en la mano, si es que tiene una- para su provecho espiritual.
Para
algunos, la respuesta confligirá con las enseñanzas tradicionales
sobre este tema, pero, no porque pretendamos ser novedosos... Dios nos
libre
de ello, sino porque pretendemos expresar aquí la verdad bíblica
sobre el tema. En el temor de Dios y fidelidad a su Palabra, así
como con un espíritu honesto y humilde para con usted, nos proponemos
instruirle -de la manera más breve- en lo que la Biblia, la Palabra
de Dios, enseña -o no enseña- sobre este tema. No se trata de lo
que escribió tal o cual autor en 'X' libro o estudio, sino de lo que
nos dice la Palabra de Dios al respecto. Veamos...
El término
clave en las preguntas o comentarios arriba expresados es el muy conocido
y enseñado "rapto".
¿Qué significa? ¿Dónde origina
el mismo? ¿Es o no es un término bíblico? De
no ser un término bíblico, ¿Es bíblico el evento
que dicho término describe? Estas son preguntas de suma importancia;
sus respuestas son claves para entender qué es lo que la Biblia
enseña tocante a la venida de Cristo.
Comenzaremos
señalando que el término "rapto"
no es de origen bíblico. Pero, ¡no se asuste! Hay
verdades bíblicas claves cuyo nombre descriptivo, acostumbrado no
es de origen bíblico... fíjese bien que dijimos "nombre".
Otra cosa es hablar de la verdad que el nombre describe.
¿Es
usted un cristiano que cree en la santísima Trinidad? Nosotros creemos
en un Dios trino, a saber, en la santa Trinidad. Sin embargo, el
término
"trinidad" no está en la Biblia. Dijimos "término"...
y, sólo ese "término". La verdad, la realidad
de la Trinidad es otra cosa, y sus revelaciones en la Biblia son
muchas...
son innegables. La ausencia de dicho término en la Biblia es lo que
alimenta los argumentos errados de religiones que niegan abiertamente
que Dios existe en tres Personas. Ellos dicen: "La 'Trinidad" no está
en la Biblia, significando por ello el término o la palabra en sí.
Pero, la realidad revelada es otra, por lo que nuestra fe descansa no
necesariamente en la presencia o existencia del nombre descriptivo,
sino de la realidad revelada.
A fin de
cuenta, lo que estamos diciendo es ésto: Que la ausencia de un término
o nombre descriptivo en la Biblia no necesariamente signifique que lo que
ese término describe no sea una verdad bíblica. Sin
embargo, es muy importante señalar que, por el contrario, hay términos
"religiosos", "evangélicos" de uso común
en las iglesias, que aunque de por sí no aparezcan en la Biblia
-así como "Trinidad"- se usan para describir conceptos doctrinales que en realidad no son enseñadas en la Biblia...
enseñanzas que la tradición humana nos lega.
Y es ése
el caso con el término "rapto".
Si bien este término -así como el término "Trinidad"-
no se halla en la Biblia, lo que debemos considerar seriamente es si lo
que describe es una enseñanza bíblica o no. Queremos, en este punto,
ser muy enfáticos en lo siguiente: estamos
seguros de que son muchos los genuinos cristianos que creen con gran
sinceridad
y humildad de espíritu lo que se les ha enseñado acerca del
"rapto"
y el significado que se le atribuye.
Esto no lo dudamos ni por un
solo segundo. Lo creen porque sus maestros les han enseñado
así y no porque lo hayan aprendido de la Biblia. Sabemos que
estas son palabras mayores para algun@s, mas, en los próximos párrafos
ofreceremos respaldo bíblico para las mismas.
Comencemos
con la acostumbrada definición para "rapto".
¿Qué entiende usted por "rapto"? ¿Qué
entienden tantos cristianos por este término? Aunque durante
el último siglo ha variado en algo la definición atribuída
a este término, pensamos que una gran mayoría de evangélicos
estará de acuerdo con nosotros al afirmar que por "rapto"
se entiende no sólo ese tan esperado evento de la venida de Cristo
-definitivamente enseñada en la Biblia- sino el supuesto carácter
o naturaleza del evento; a saber, que ocurrirá de manera secreta, inesperada...
en fin, no visible ante el resto del mundo. Son muchos los que insisten
en que la venida "como ladrón en la noche" trata, precisamente,
de una venida o un "rapto" secreto.
En
algunas culturas dicen que "no se deben confundir naranjas con botellas",
significando por ello que no se deben confundir entre sí aquellas
cosas que son tan clara y obviamente distintas. No vaya usted, pues, a confundir
las palabras arriba expresadas como si hubiésemos declarado que Cristo
no ha de venir... que no vendrá en el día final, en la resurrección
final, etc., por su esposa, la iglesia. ¡No! ¡No! ¡Mil
veces no! Lo que hemos dicho es que la definición dada hoy
día al "rapto
secreto" no es compatible con la enseñanza bíblica tocante
a la venida de Cristo, el juicio final... en fin, ese glorioso día
de "la resurrección".
Puesto
de forma bien sencilla: La Biblia SÍ nos enseña de la futura venida de
Cristo; en esa promesa está centrada nuestra esperanza. Pero, por otro
lado, el término "rapto" sólo describe una
interpretación del modo en que ocurrirá esa venida. Por ello es que no
'entender correctamente los detalles del modo de la venida' NO ES IGUAL
a 'no creer en esa futura venida de Cristo.
Consideremos
varias enseñanzas bíblicas que arrojan luz al respecto.
1.
En primer lugar, la Biblia
enseña que la venida de Cristo será todo lo contrario a lo
que percibimos como "secreto", "no visible", "no
visto por el mundo". ¿Y, qué de la noción
de que la descripción "como ladrón" confirma un
evento secreto, invisible al hombre común? Veamos. En 2 Pedro 3:10 leemos:
"Mas
el día del Señor vendrá como ladrón en la noche;
en el cual los cielos pasarán con grande estruendo, y los elementos
ardiendo serán deshechos, y la tierra y las obras que en ella están
serán quemadas." Varias líneas después, el verso
12 repite la descripción de una gran conflagración final,
cuya descripción física es todo lo contrario a un evento
secreto, callado, no visto por los moradores del planeta tierra. [Haga clic
para pasaje completo]
En
1 Tesalonicenses 5:2,4 leemos: "Porque vosotros sabéis bien,
que el día del Señor vendrá así como ladrón
de noche... Mas vosotros, hermanos, no estáis en tinieblas, para
que aquel día os sobrecoja como ladrón."
En Mateo
24:43 leemos: "...si el padre de familia supiese a cuál
vela el ladrón había de venir, velaría, y no dejaría
minar su casa."
Y finalmente,
leemos en Apocalípsis 16:15: "He aquí, yo vengo
como ladrón..."
Durante
las últimas décadas, muchos cristianos han enseñado
-con sinceridad, pero, equivocados- que este término, "ladrón",
tiene como propósito revelar un evento que ocurrirá o pasará desapercibido,
es decir, que al otro día se levantará la gente sólo
para descubrir que "el ladrón les visitó e hizo lo propio
de su oficio". De ahí que se ha ido desarrollando, durante
el último siglo y medio, la tradicional noción de que Cristo
vendrá por los suyos secretamente, realidad que iría descubriendo
el mundo, los parientes, etc., en los días subsiguientes al evento.
Sin embargo,
la Biblia no atribuye tal definición a lo que a "ladrón"
se refiere. Observe que en Apocalípsis 16:15 sigue diciendo:
"...Bienaventurado el que vela..." Considere, también,
el hecho de que Mateo 24:43 es precedido por estas palabras: "Velad
pues, porque no sabéis a qué hora ha de venir vuestro Señor"[v.
42], y es seguido por éstas: "...estad apercibidos; porque
el Hijo del hombre ha de venir a la hora que no pensáis"[v.
44].
El texto
de 1 Tesalonicenses 5:2,4 enfatiza, luego de aseverar que "el día
del Señor vendrá como ladrón en la noche", que
los cristianos no estamos en tinieblas de tal modo que dicha venida nos
sobrecoja [sorprenda] como un ladrón. ¿Ha podido Ud.
ver lo que estas referencias al "ladrón" tienen en común?
Nada tienen que ver con la posibilidad de que la venida de Cristo vaya
a ocurrir sin que nadie se percate de ello. ¡No!
Mas
bien se trata de esto: que el "ladrón" viene sin previo
aviso; es decir, no avisa ni notifica su planificada visita. Es por ésto
que se enfatiza al creyente a estar "en vela", es decir, velando,
esperando, atendiendo lo propio en anticipación de dicho momento.
Al creyente
no se le está diciendo: "la venida de Cristo va a ocurrir secretamente...
sin que nadie se dé cuenta". ¡Claro que no! Se
le está diciendo, en efecto: "estate preparado siempre, mantente
en vela, pues, en el momento menos esperado, él Señor vendrá".
En el primer
texto citado, en 2 Pedro 3, lo sorpresivo de la llegada del Señor
como "ladrón" se afirma a la vez que se le agrega la tan
detallada descripción de un final fulminante, estruendoso y fogoso
de los elementos que componen la tierra que hoy conocemos. Nada más
la consideración de tan aparatoso y cataclísmico evento debería
ser lo suficiente para que todo cristiano entienda que la venida del Señor
será todo lo contrario a un evento secreto, algo de lo cual el mundo
no se dará cuenta sino hasta los días subsiguientes.
A veces
nos preguntamos: "¿Y cómo es que tal noción
ha sido aceptada y creída por tantos cristianos?" Hace
muchos años que nosotros mismos pensábamos de manera parecida,
aunque con ciertas reservas mentales, ya que veíamos áreas
de conflictos en las explicaciones ofrecidas. Por eso es que no censuramos
ni criticamos a quienes creen así hoy, pues, es tan fácil ser engañado por el error que, en nombre de Dios se enseña
como si fuera verdad bíblica. Tomamos, mas bien, la actitud
de instarle al estudio de la Palabra en este tema y a la meditación
sobre estas verdades bíblicas en vez de las teorías esbozadas por hombres, por buenos y venerables que sean.
Al estudiar
con mucho cuidado los pasajes bíblicos que atañen al tema,
el estudiante de la Palabra se preguntará, tal vez, ¿Y
cómo es que hemos estado enseñando algo tan contrario a lo
que la Biblia enseña? ¿De dónde surgió
esta teoría del "rapto
secreto"?
Aunque
no tomaremos tiempo para elaborar la respuesta a esta última
pregunta, podemos decirle, de manera resumida que, muy temprano en el siglo 19, una jovencita
escocesa de nombre Margarita McDonald tuvo un sueño, una supuesta visión
divina en la que ella alegó que se le reveló que Cristo vendría de forma
secreta a "raptar"
a su pueblo. Así fue que nació la idea de un "rapto
secreto"; se propagó velozmente debido a que su sueño
fue declarado a unos ministros que a su vez dieron conocimiento a una revista
evangélica, la cual publicó, palabra por palabra, el sueño
que Margarita les había contado. Y de ahí en adelante
cada cual le siguió añadiendo sus curiosas variantes... ejemplo
de ello siendo las anotaciones afines de la Biblia anotada de Scofield.
Tenemos
en nuestro poder un libro intitulado "The Great Rapture Hoax"
[en español, El Gran Engaño del Rapto] que trata
este tema y ofrece todos estos detalles. Aunque a usted le sorprenda,
así fue que nació la noción de un "rapto
secreto"... no surgió de la Biblia, sino del sueño de
una joven. ¿Dónde, pues, quedan los preceptos bíblicos
de que la Biblia sola es la fuente de toda verdad de parte de Dios?
2.
En segundo lugar, la
Biblia enseña que el día en que Cristo venga a buscar a los
suyos es el mismo día en que vendrá a traer el juicio a los
que no creyeron. Por el contrario, la teoría que afirma un
"rapto"
secreto de los santos, en el que Cristo se lleva a los suyos muchos años
antes del final de las cosas como son ahora, separa por unos cuantos años
el juicio de Dios contra los impíos y el juicio hecho a los creyentes.
Aún
más, insiste en que hay más de un juicio -por lo que no podría
ser como dice la Biblia... "final"- basándose en que hay
varios nombres o títulos dados al juicio final, o el lugar del mismo
[más sobre eso en otra ocasión]. Le invitamos a pasar
a 2 Tesalonicenses para que lea con gran detenimiento y temor de espíritu
los versos del 3 hasta el 12.[Haga clic
para pasaje completo]
Note
que este pasaje trata de la venida de Cristo y la actividad suya con dos
grupos distintos de personas, a saber:
1. Aquellos cuya fe va creciendo - v.3, que sufren por causa del reino
de Dios - v.5, los santos que creyeron - v. 10, y
2. Aquellos que atribulan al creyente - v. 6, los que no conocen a Dios
ni obedecen al evangelio - v. 8, los que sufrirán pena de eterna
perdición - v. 9.
Podemos
resumir estas referencias así: Se trata de sólo dos
clases de personas, a saber, los creyentes en Cristo y los pecadores...
los que no han creído en Cristo. La Biblia siempre enseña
que todos los seres humanos estamos en uno de estos dos grupos... o hemos
sido salvos por la gracia de Dios o vivimos no creyendo; rechazando a Dios y
bajo su santa ira. ¿En cuál de estos dos grupos está
usted, estimad@ amigo@?
Notemos,
también, lo siguiente en este pasaje bíblico. El apóstol
escribe, bajo la inspiración del Espíritu Santo -lo
que le imprime "autoridad de Dios"- que es "justo
que Dios pague con tribulación a los que atribulan a los creyentes
en el momento de él venir para dar reposo a los atribulados"
[v. 6,7], cosa que ocurrirá cuando él "venga con sus
ángeles para traer castigo a
los que no conocieron a Dios ni obedecieron el evangelio". [7,8] Observe
con gran cuidado que estas palabras afirman que Dios traerá reposo
a los suyos en el MISMO MOMENTO, en el MISMO EVENTO en el que traerá
castigo a los impíos. Pero, hay más.
Sigue diciendo que "éstos que no conocieron el evangelio "sufrirán"
pena de eterna perdición y exclusión de la presencia del
Señor [v. 9] CUANDO venga para ser glorificado en sus santos...
en los que creyeron" [v. 10]).
Hablando
en buen castellano, si yo le digo a usted: "Cuando venga a visitarle,
traeré también mi piano", usted entenderá precisamente
eso, ¿verdad? Que al yo venir donde usted [un evento
específico] también traeré mi piano [otra cosa bien específica].
A usted no se le ocurriría insistir en que lo que yo dije fue que
"vendré en un momento dado y que, luego, en otra ocasión,
traeré mi piano"... ¿verdad que no?
Sin embargo,
la teoría del "raptosecreto"
insiste en que las acciones de Dios para con estas dos clases
de personas realmente NO ocurren en el mismo evento, sino más bien,
separadas, y eso, por unos cuantos años. ¡Lo que Dios
unió, que permanezca unido! El dice que ocurren juntas; ¿por
qué, pues, se insiste tenazmente en separarlas? Si la Palabra dijera de
manera clara que son dos eventos y dos tiempos distintos, pues, así
sería. Mas, el testimonio bíblico no es esto último.
Pudiéramos
hacer referencia a tantos pasajes que corroboran lo dicho en el párrafo
anterior. Sirvan como guía los siguientes dos, a saber, Juan
5:28-29 y Mateo 25:31-41. Veamos...
"No
os asombréis de esto; porque va a llegar la hora en que TODOS los
que están en los sepulcros oirán su voz; y los que hicieron
lo bueno, saldrán a resurrección de vida; mas los que hicieron
lo malo, a resurrección de condenación".[Juan 5:28-29]
"Cuando
el Hijo del Hombre venga en su gloria, y todos los santos ángeles
con él, entonces se sentará en su trono de gloria, y serán
REUNIDAS DELANTE DE ÉL TODAS las naciones y separará los
unos de los otros... Entonces el Rey dirá a los de su derecha: Venid,
benditos de mi Padre, heredad el reino preparado para vosotros desde la
fundación del mundo... Entonces también dirá a los
de la izquierda: Apartaos de mí, malditos, al fuego eterno
preparado para el diablo y sus ángeles...". [Mateo 25:31-41]
Estos,
y tantos otros pasajes con igual énfasis, enseñan que el
momento de Cristo venir es el momento final de todas las cosas... momento
en que todos los humanos estaremos ante él. Todos los muertos saldrán
de las tumbas, pero, a dos tipos de resurrección, a saber, vida
eterna o muerte eterna. Separar estos aspectos distintos del único,
grande y glorioso evento es violentar las Escrituras... es torcerlas para
la condenación de uno mismo. [2 Pedro 3:16]
La Biblia
no habla de un "rapto
secreto" sino de una venida gloriosa del Señor ante quien todos
los hombres estaremos en juicio. Cuando llegue ese día, mi
muy estimad@ amigo@, ¿en qué grupo estará usted?
¿Entre los que gozarán de resurrección a vida o los
que sufrirán eternamente la resurrección a condenación?
O está en el uno o en el otro; no hay otra alternativa.
3.
Y, en tercer lugar, la Biblia enseña que la
venida de Cristo, a saber, el día final, es el próximo gran
evento que la iglesia espera y ante cuya luz cada cristian@ ha de ocuparse en una vida
de santidad y servicio a su Señor. Ya leyó usted, en
los primeros párrafos, la manera en que el apóstol Pedro
decribe -por inspiración del Espíritu de Dios- la
gran conflagración que ocurrirá al mundo actual en el momento
de la venida de Cristo.
Vimos en
ese pasaje cómo la venida de Cristo por los suyos es todo lo contrario
a un evento secreto, no visto por los incrédulos. Sin embargo,
ese pasaje encierra otra gran verdad, que en nada se esconde entre terminología
complicada y difícil. Por el contrario, las palabras de Pedro comunican
una sencilla verdad de la manera más clara, más evidente.
¿De qué verdad estamos hablando? Note las siguientes
palabras en 2 Pedro 3:11,12: [Haga clic para el pasaje completo]
"Puesto
que todas estas cosas han de ser deshechas, ¡qué clase de
personas debéis ser en vuestra conducta santa y en piedad, aguardando
y apresurando la venida del día de Dios, en el cual los cielos encendiéndose...!"
Note, además, las siguientes palabras:
"Pero
esperamos, según su promesa, cielos nuevos y tierra nueva, en los
cuales habita la justicia. POR LO CUAL, oh amados, estando EN ESPERA
DE ESTAS COSAS, procurad con diligencia ser hallados por él sin
mancha e irreprensibles, en paz". [v. 13,14]
Estos textos
afirman, categoricamente, lo siguiente: Que el próximo evento en
"el calendario futuro" [escatológico] de Dios... que el
próximo evento esperado por los creyentes -aun los de aquel tiempo
hace más de 1900 años- ERA y ES la venida de Cristo que traerá
consigo la destrucción de la tierra actual y la creación
de cielos y tierra nueva. Negar esto en este pasaje es negar el claro testimonio de la
Palabra de Dios. Como decimos aquí, "a esto no se le
puede buscar vuelta"; ¡O es como Dios dice, o no lo es!
Pedro no
le dijo a aquellos cristianos que el próximo evento esperado y anhelado
por ellos era un "rapto
secreto" después del cual transcurriría el tiempo y
una multiplicidad de eventos aquí en la tierra. ¡No!
¡No! Les dijo que el próximo evento sería
el final: realidad que les debería motivar a ocuparse en su crecimiento
y cuidado espiritual.
Note
cómo Pedro les dijo: "Estando en espera de estas cosas".
No se está en espera de cosas que a uno no le corresponden. Debemos,
también, enfatizar que Pedro no les estaba diciendo que ellos mismos
-es decir, ese grupo particular de cristianos- serían los que estarían
vivos en ese día. Sólo estaba afirmando que el próximo
evento era y es esa venida de Cristo que traerá consigo el final
de todas las cosas e introducirá la eternidad una vez concluya el
juicio.
Y, mi estimad@ amig@, si para los creyentes de hace unos 1900 años el próximo
evento anhelado era la venida de Cristo en toda su gloria, no puede ser
distinto para nosotros. De hecho: SÍ hay una diferencia, y
es que ese día final, ese día de juicio y de la resurrección
está unos 1900 y pico años más cerca a nosotros de lo que
estuvo para ellos. Si en aquel momento no se anticipaba un evento
secreto llamado el "rapto",
mucho menos podríamos estar esperando ahora al tal. Ni
más ni menos; hemos sido engañados por quienes han añadido
a las Escrituras. Sin duda que la mayoría lo ha hecho sin entender lo que hacen.
Ya
que era y es así, al cristiano le compete guardarse espiritualmente,
cultivar su relación a Dios a través de la obediencia a la
Palabra, cosa de que en el momento que sea... ese momento en que Dios ya
ha determinado que Cristo ha de venir, estemos preparados... que estemos
como las vírgenes sabias, con las lámparas alistadas con
su aceite [Mateo 25].
Resumiendo,
pues, la Biblia NO enseña que habrá un "rapto
secreto" de los creyentes sino un retorno de Cristo, altamente visible,
a la tierra en el cual todos los muertos resucitarán y todos seremos
juzgados. Enseña que ese es el día final después
del cual seguirá la eternidad.
El
orden de eventos es, pues, que sólo falta que llegue ese día,
despues del cual los santos estaremos para siempre con Cristo en el cielo,
y los pecadores estarán enjuiciados al lago de fuego eterno preparado
para el Diablo y sus ángeles. Los santos estaremos eternamente
en la companía de nuestro glorioso Señor y Salvador mientras
que los pecadores, los que no creyeron a Dios ni obedecieron el evangelio,
estarán eternamente en la compañía de los demás
incrédulos, comenzando con el mismo Satán y los ángeles
caídos [demonios] que le habían servido.
Hablando
no en términos de tiempo o secuencia -pues se trata de un solo evento,
un solo juicio, una sola venida de Cristo- sino en término espiritual,
¿De cuál resurrección participará usted? ¿De
la que es a vida o de la que es a muerte? ¿Estará usted, como oveja
bienvenida, a la diestra de Dios, o estará entre los de la izquierda,
quienes oirán de él, "Apartaos de mí al lago
de fuego"?
Oramos
que Dios le ayude a examinar su alma, de veras, y a creer en Cristo, si
es que hoy está entre aquellos que aún no han creído
en el evangelio. Sólo así tendrá la esperanza
de participar de la glorificación de Cristo en sus santos y de pasar
la eternidad con él. Ese es el testimonio claro de las Escrituras.
Pregunta
El libro de Apocalipsis nos habla del
mensaje a las siete Iglesias y a cada una le da características
muy propias de si. ¿Qué significa este mensaje?
También habla de los siete espíritus de Dios y del Candelero.
¿Cuáles son los siete espíritus de Dios? E.C.
- México
Respuesta
Con
estas preguntas, nuestro hno. E. C., de México, nos provee la ocasión
para iniciar lo que serán respuestas a numerosas otras preguntas
recibidas durante las últimas semanas sobre temas afines.
Éstas las habremos de agrupar -según se pueda- por el tema
principal de las mismas.
Las enseñanzas
bíblicas clasificadas como "proféticas" se han
prestado, lamentablemente, para la enseñanza de mucho error. El
resultado es la confusión. No dudamos de la sinceridad de
muchos que han enseñado error en estas áreas de doctrina.
Yo mismo tuve -hace muchos años- confusión sobre las mismas;
mas, Dios es paciente y está siempre presto a enseñarnos
la verdad si es que estamos dispuestos a examinar las Escrituras, y sólo
ellas, para recibir de ellas la Verdad.
Anticipamos
presentar estudios más extensos sobre estos temas en nuestras secciones
de "Estudios Bíblicos", por lo que en esta columna nos
limitaremos a lo básico... a ser lo más sencillos como nos
sea posible.
En una
respuesta personal enviada a la remitente de una pregunta sobre el tan
nombrado "rapto" -tema que se abordará en la próxima
pregunta que aparecerá en línea, si Dios así lo permite-
escribimos, entre otras cosas, unas palabras que son muy aplicables a esta
respuesta... a saber:
"Admiro
su sincero interés de conocer lo que este libro (Apocalípsis)
enseña, y su discernimiento de que 'lo ofrecido por otros... se
distancia de la verdad'. Le diré, francamente, que en los
tiempos presentes, este precioso libro se ha convertido, más y más,
en una especie de 'calendario' cuyo fin es descifrar los eventos futuros...
eventos sobre los que tan a menudo, después de afirmaciones categóricas
de lo que iba a pasar, suelen escucharse vagas excusas luego de que no
ocurriese según lo profetizado.
"Y
es que Dios dio este libro -Apocalípsis- a su iglesia para animarla,
guiarla y consolarla mientras iba y va pasando a través de las tantas
pruebas y persecuciones -siempre presentes- que la asecharán hasta
el día en que Cristo venga. Es decir, es un libro contemporáneo
destinado a fortalecer a la iglesia. Muchos, sin embargo, relegan
el libro a un lejano futuro que nada tiene que ver con la iglesia [excepto,
tal vez los primeros 3 capítulos] con el tan dañino resultado
de que priva a la iglesia
de una de las cartas que más claramente tiene como fin animarla
a estar firme porque el Cordero de Dios ha vencido...
una realidad 'siempre presente' desde que Cristo murió y resucitó.
"En
conclusión, debo indicarle que cuando en Apoc. 1:3 dice: 'Bienaventurado
el que lee, y los que oyen las palabras de esta profecía, y GUARDAN
las cosas escritas en ella...' se demuestra claramente que las cosas escritas
en el libro, a saber, 'la profecía' -es decir, el libro en su TOTALIDAD-
eran y son para 'guardarse' por la iglesia de aquel día, la de hoy
y la que esté aquí hasta el día que Cristo venga."
[termina la cita]
Pasando,
pues, a la pregunta de E. C., debemos señalar, de una vez, que el
libro de Apocalípsis fue enviado por Dios a su iglesia completa.
El que se hayan nombrado específicamente a siete iglesias es muy
significativo, pues es éste el número que se utiliza en otras
ocasiones para referirse -de manera figurada- a lo que es completo, o perfecto. A
veces el número diez [10] es igualmente usado para señalar
aquello que es completo. Pero, en este caso es el '7'.
Se entiende,
pues, que el alcance de 'siete' [7] va más allá de meramente
identificar a siete iglesias existentes en ese momento en el Asia menor.
Tiene, también, como propósito identificar la totalidad de
la iglesia del Señor Jesucristo, existente ésta en cualquier
tiempo de la historia en su forma visible como 'iglesias locales'.
Si vuelve a leer el último párrafo de la carta citada arriba,
verá que la carta de Apocalípsis fue enviada a creyentes
a quienes se les prometió 'bienaventuranza' -o sea, bendición-
a cuantos leían,
oían y GUARDABAN las cosas allí
escritas.
Enfatizamos
el término "guardaban", pues el mismo comunica la realidad
de que el escrito que seguía no era un mero "calendario del
futuro" sino instrucciones a las iglesias para su diario vivir. Esto
es de suma importancia; pero, es una verdad que, muy lamentablemente, pocos
entienden hoy o desean conocer.
Al enviar
la carta de Apocalípsis a siete iglesias -entiéndase por
via de la figura, 'toda
la iglesia de Dios'- Dios les revela, de una
vez, quién es el remitente y cuáles eran las características
espirituales principales de los destinatarios. Además, les
provee con abundante instrucción -a través de tantas diferentes
figuras que estamos seguros ellos sí entendían- destinada
a levantarles el ánimo espiritual en medio de tantas pruebas y tribulaciones
que estaban sufriendo y que habrían de sufrir.
¿Qué
eran/son las 7 estrellas? Según Apoc. 1:20, eran los 'ángeles'
de las iglesias. Hay quien entiende que se trata de ángeles
particulares asignados por Dios al cuidado de cada iglesia; otros tantos
creen que 'ángel' es una figura descriptiva del pastor o anciano
de cada iglesia; y otros piensan que puede ser una combinación de
los dos. Para fines de esta respuesta, basta con decir que era/es
el personaje a cargo de cada iglesia. De eso no hay duda. Nuestro
sentir es que se trata de los pastores, o ancianos.
¿Qué
eran/son los 7 candeleros? Según el mismo texto indicado arriba,
éstos son 'las 7 iglesias'. Es decir, cada candelero era y
es la figura representativa de una de las iglesias. Es digno de notar
que Cristo habló claramente sobre la función de los creyentes
como 'luz' [Mateo 5:14 - "Vosotros
sois la luz del mundo"], siendo él
mismo la 'luz' del mundo [Juan 8:12 - "Yo
soy la luz del mundo"]. Así
se describe la función de la iglesia: iluminar con luz espiritual,
luz de la Palabra de Dios, en medio del mundo oscuro de pecado en el que
vive la verdadera iglesia. ¡Ni más, ni menos!
Entre
los candeleros se movía Uno cuya presencia allí es la razón
de ser de todo lo que estamos considerando, a saber: el Hijo de Dios. Éste,
a quien Juan oyó decir, "Yo
soy el Alpha y el Omega", es Dios mismo,
el Hijo del hombre [Apoc. 1:11, 13]. ¡Cuán glorioso cuadro
de la presencia del Señor en su iglesia, no sólo en el momento
de la visión concedida a Juan sino a través de todo el tiempo!
¡Sí, aun en la eternidad!
Sin
embargo, en esta visión se contempla la presencia de Cristo en su
iglesia aquí en la tierra, iglesia que tan a menudo oscila entre
las diversas características espirituales presentadas resumidamente
en las tan variadas descripciones de las 7 iglesias [lea Apoc. 3 y 4].
Desde una iglesia muy fiel hasta una que había perdido el
primer amor y, para el colmo, una cuyo envolvimiento en sus actividades
-no importa cuáles fueran- era de tal magnitud que literalmente
le habían cerrado la puerta al Señor... puerta ante la cual
él se hallaba tocando (3:20)....
¡Qué
contraste! ¡Qué vergüenza! Y, sin embargo,
aún seguía siendo 'iglesia del Señor', amada por él...
cuidada por él y, sí, llamada por él al arrepentimiento.
Tan a menudo se utiliza este caso particular de la iglesia en Laodicea,
y el texto de Apoc. 3:20 en específico, como base para el llamado
al pecador con el fin de que se convierta de sus pecados, abriendo él,
al Señor, la 'puerta de su corazón'.
Si bien
es cierto que los creyente hemos de llamar a los pecadores al arrepentimiento
y a la fe en el Señor Jesucristo, debemos asegurarnos también
de utilizar certeramente toda palabra que procede de la boca de Dios...
cada palabra en su lugar... cada amonestación en su lugar, etc.
Eso es "trazar bien
la Palabra de verdad".
Sirvan
las anteriores líneas para recordar a cada lector que este cuadro
de Cristo ante la 'puerta de la iglesia en Laodicea' es precisamente una
vergonzosa realidad, a saber, que el Señor tenga que tocar a la
puerta de una de SUS
iglesias por ésta haberle dejado literalmente
afuera, no importa cuánta actividad "religiosa" les ocupe
en ese lugar. El llamado siempre va a un corazón individual,
pues la iglesia se compone de personas particulares que han sido traídas,
cada una, individualmente al Señor.
Una iglesia local no se
arrepiente -por decirlo así- de su pecado, sino los individuos que
componen esa iglesia. Y todos sabemos que generalmente, cuando
hay arrepentimiento dentro de una iglesia local, es de algunos. ¡El
arrepentimiento de todos los miembros de una iglesia no sería otra
cosa que un verdadero avivamiento espiritual!
Perder
de vista esta realidad es abrir la puerta a un grave, serio y peligroso
problema. -¿Cuál problema?- usted peguntará. Pues
le diré...y oiga bien...¡con gran cuidado! El peligro
de que una iglesia asuma que por ser 'iglesia del Señor', por tener
y defender con gran esmero tal o cual doctrina, por ser iglesia evangelica,
cristiana... automaticamente esté bien ante Dios. ¡Si ese
llamado se trastoca para que sea el llamado de Cristo a un pecador con
el fin de que éste se convierta al evangelio, con ello se habrá
quitado la tan necesitada y urgente "llamada de emergencia" que
tantas iglesias necesitan, hoy día, por haber dejado fuera al Señor!
En resumida
cuenta, afirmamos que el testimonio bíblico asegura -es más,
insiste- en que el libro de Apocalípsis -en su totalidad- era y
es para la iglesia contemporánea.
No sólo los capítulos 1 al 3, sino TODO
el libro. ¡No es un mapa cronológico
del futuro ni tampoco un reloj para medir o calcular los tiempos!
Es
una carta escrita con la finalidad de animar a la iglesia del Señor
a mantener fielmente sus ojos en Cristo, el Cordero que ya estaba -y está-
sobre su trono, reinando para el bien de su iglesia, como tan claramente
enseñan los versos finales del capítulo 1 de Efesios, que
dicen: "... en Cristo,
resucitándole de los muertos y sentándole a su diestra en
los lugares celestiales, por encima de todo principado... y sometió
todas las cosas bajo sus pies, y lo dio por cabeza sobre todas las cosas
a la iglesia" [1:20-22].
Tal
como enfocar la epístola de Gálatas como si fuera un escrito
con la finalidad de promover la libertad cristiana en lugar de ser, primordialmente,
el poderoso argumento -que es- en contra del grave peligro de suplantar
la gracia del nuevo pacto en Cristo con la continuada presencia de la ley
del pacto antiguo, ocurre un peligro similar cuando se obvía la
aplicabilidad presente del libro completo de Apocalípsis a la iglesia
para relegarlo a ser -del capítulo 3 en adelante- un mapa oscuro,
especulativo y confuso del futuro. Así sólo es útil
para quienes juegan con la ignorancia, con lo que no entienden ni conocen
y mucho menos pueden predecir el futuro.
Y así,
a la iglesia se le quita -por vía de un 'asalto espiritual'- la
carta que más específicamente fue escrita con el fin de fortalecerla
y llenarla de ánimo espiritual ante la siempre presente persecución
y constante tribulación que la afronta. ¡Cuántos
no han sido los que, luego de 'profetizar' eventos políticos, etc.,
y aun la fecha de la venida del Señor, han tenido que retirar sus
escritos, grabaciones y sus vaticinios del ámbito público.
¡Lo que la Biblia enseña nunca se tiene que retractar!
Tan reciente
como el año pasado, tuve en mis manos un tratado -publicado aquí
en Puerto Rico- en el cual un "predicador" aseguraba la fecha
precisa de la venida de Cristo. Hace tiempo que la fecha pasó...
¡y nada! Un día llegué a conversar con la persona
que me entregó el tratado. Cuando le pregunté sobre
ese particular, y el tan obvio disparate de dicho vaticinio, se limitó
a decirme que 'yo no había entendido el tratado... no había
entendido lo que su maestro escribió! Sin embargo, ¡allí
estaba el mes, día y año! Aseguraba la venida de Cristo
por su iglesia para el año pasado, ¡el 1997! ¡No
ocurrió!
Hace varios
años ocurrió lo mismo con otro 'soñador/profeta' en
los EE. UU. Cuando la fecha pasó, y nada ocurrió, ésta
fue la excusa ofrecida: 'Que había ocurrido un error en la
data bíblica que se introdujo a la computadora; pero, ¡eso
se arreglaría para una futura ocasión!' ¿No
ve usted la futilidad de todo este tipo de vaticinio, profecía,
etc.? ¿Ve usted el engaño?
Y la gran
mayoría de ésto ocurre porque en vez de recibir la Palabra
de Dios -Apocalípsis incluído- según él nos
la dio, a saber, con el fin de guiarnos a una vida espiritual que le agrade
y que le honre aquí en este mundo, se
usa para lo que no se dio, a saber, adivinar los tiempos.
Dios enseñó -tan claramente- que a nosotros no nos
toca andar descifrando los tiempos.
Su
ángel le dijo a los discípulos -al éstos observar
la ascensión de Cristo: "No
os toca a vosotros conocer los tiempos o las sazones que el Padre puso
en su sola potestad... pero, recibiréis poder... y me seréis
testigos..." [Hechos 1:7-8]. Además,
hablando del día en que los cielos pasarán, Cristo, muy claramente,
dijo lo siguiente: "Pero de aquel
día y de aquella hora, NADIE SABE [énfasis nuestro], ni aun
los ángeles del cielo, sino sólo mi Padre"
[Mateo 24:36].
Oramos
que Dios conceda a su pueblo discernimiento espiritual que lo conduzca
por la vía de la obediencia al Señor en todo lo que se relaciona
a la vida cristiana, el testimonio ante el mundo... como dice Pedro:
"Puesto que todas
estas cosas han de ser deshechas, ¡qué clase de personas debéis
ser en vuestra conducta santa y en piedad, aguardando y apresurando la
venida del día de Dios..." [2
Pedro 3:11,12]. Estas palabras de Pedro a la iglesia del Señor
no nos instan a descifrar el 'cuándo o el cómo de la venida
de Cristo' sino -ante la realidad de que habrá de venir- a ocuparnos
en una vida de santidad y piedad hasta que él venga. ¡Sólo
así el candelero espiritual de la iglesia del Señor resplandecerá
en las tinieblas!
¡Dios
nos ayude!
Pregunta
¿Pasará
la iglesia por la gran tribulación... por persecución? ¿Estará
el Espíritu Santo en la tierra durante la tribulación? ¿Será
el rapto antes o durante la tribulación? G.G.
- México; Wanda - Puerto Rico; E.C. - México
Respuesta
La
más reciente pregunta a esta sección, a saber, sobre el tema
general de Apocalípsis y su razón de ser, abrió la
puerta para llevarles algunas otras preguntas que nos han llegado sobre
temas relacionados a las cosas futuras. En teología, esta
categoría de temas se describe con el nombre "Escatología".
En aras de conservar espacio, hemos combinado varias preguntas enviadas
a esta sección sobre el tema general de la "tribulación".
Damos gracias a los tres distinguidos visitantes
por sus preguntas, cada uno de los cuales aportó una parte a la
"pregunta combinada" que arriba hemos presentado. Una de
las preguntas abordó el tema del "rapto", y ese tema en
particular será considerado en otra ocasión en otra pregunta.
Estos tres visitantes preguntan algo en común, a saber: ¿Qué
es la tribulación...
qué ocurrirá durante la misma... cuándo será...?
Debe ser muy obvio
que ninguna de estas partes de la pregunta podrá contestarse a no
ser que, primero, consideremos la definición bíblica para
la "tribulación".
De hecho, una vez comprendamos CÓMO es que la Biblia define o utiliza
este término -que tan a menudo es utilizado para describir un tiempo
específico de la vida en nuestro planeta- será más
fácil comprender la respuesta que trata el QUÉ de la pregunta.
Si cotejamos una
concordancia completa [parecido a un diccionario pero que sólo ofrece
las ocurrencias de las palabras de la Biblia] hallaremos que esta palabra,
"tribulación",
se utiliza menos de 30 veces en toda la Biblia; en su forma plural, a saber,
"tribulaciones",
se utiliza menos de 10 veces. Es digno de notar que este término
siempre se refiere, sin excepción, a la aflicción, la prueba,
la angustia que vive un creyente mientras está aquí en la
tierra. Varios textos ilustrativos son:
"El justo
es librado de la tribulación;
mas el impío entra a ocupar el lugar de él"
[Proverbios 11:8].
"Invoqué
en mi tribulación
[angustia] a
Jehová, y él me oyó"
[Jonás 2:1].
"Y no sólo
esto, sino que también nos gloriamos en las tribulaciones,
sabiendo que la tribulación
produce paciencia..." [Romanos 5:3].
"Porque, hermanos,
no queremos que ignoréis acerca de nuestra tribulación
que nos sobrevino en Asia..." [2 Corintios
1:8].
"Porque esta
leve tribulación
momentánea nos produce, en una medida que sobrepasa toda medida,
un eterno peso de gloria..." [2 Corintios
4:17].
"Yo Juan,
vuestro hermano, y copartícipe vuestro en la tribulación,
en el reino y en la paciencia de Jesucristo, estaba en la isla llamada
Patmos, por causa de la palabra de Dios y el testimonio de Jesucristo"
[Apocalípsis 1:9].
"Yo sé
tus obras, y tu tribulación,
y tu pobreza [pero eres rico]... No temas en nada lo que vas a padecer.
Mira, el diablo va a echar algunos de vosotros en la cárcel,
para que seáis probados, y tendréis tribulación
durante diez días. Sé fiel hasta la muerte, y yo te
daré la corona de vida" [Apocalípsis
2:9, 10].
"He
aquí, la arrojo en cama, y en gran tribulación
a los que con ella adulteran, si no se arrepienten de las obras de ella"
[Apocalípsis 2:22].
"...Y él
me dijo: Éstos son los que han venido de grande tribulación,
y han lavado sus ropas y las han blanqueado en la sangre del Cordero"
[Apocalípsis 7:14].
De las menos de
27 o 28 instancias de la palabra "tribulación",
hemos presentado algunas y, muy particularmente, todas las del libro de
Apocalípsis. Es importante notar que en la Biblia esta palabra
NUNCA se usa para referirse a un tiempo específico en la historia
del hombre... menos para un período aislado de tiempo al final de
la historia... y mucho menos para referirse a un "gran drama de tribulación
al final del tiempo" y con duración en años contados,
a saber, siete [7].
Se hace obligatorio
decir esto último por el hecho de que los que vivimos en este tiempo
hemos sido bombardeados por más de un siglo con unas ideas, unas
nociones, unas teorías especulativas del tiempo final que no nos
han llegado de la Biblia, sino más bien, de escritos de hombres,
los cuales han sido repetidos e imitados hasta la saciedad sin siquiera
considerar si lo que se está promulgando es de origen bíblico...
si es comprobable con un "así ha dicho el Señor".
Una porción muy significativa en la formación
de algunas de estas nociones a las que aludimos provino de un sueño
-o visión, dijo ella- de una joven escocesa durante el siglo pasado.
De esto hay evidencia escrita... hasta de su "visión",
según la narró a otros, palabra por palabra.
Cada una de las preguntas arriba citadas son
evidencia de la penetración que han tenido estas nociones dentro
de la iglesia. Muchos creen que esto será así... y lo creen
con humilde sencillez ante el Señor, pues así han sido enseñados
por sus maestros. Sin embargo, a menudo surgen dudas y preguntas,
pues, cuando quien quiere aprender de verás lee la supuesta "evidencia
bíblica" para tales aseveraciones, se queda sin respuesta...
se queda vacío o vacía.
Puede que esto suene chocante
a algunos; pero es tiempo de que nuestra fe -en cualesquiera de sus esferas-
descanse en la Palabra de Dios escrita y revelada al corazón por
la enseñanza del Espíritu Santo de Dios. ¿Está
usted de acuerdo conmigo en esto?
Hallamos, pues, en los textos citados, que el
término "tribulación"
es utilizado para referirse a grandes pruebas que azotan en la vida del
cristiano... de ayer, de hoy y del mañana. Juan -estando él
en medio de una grandísima tribulación...
estaba desterrado -exilado- en la isla de Patmos en un intento de un gobierno
perseguidor de acallar a tan poderoso siervo de Dios... mas, ¡no
pudieron callarle!- dijo:
"Yo Juan, vuestro
hermano, y copartícipe vuestro en la tribulación,
en el reino y en la paciencia de Jesucristo..."
[Apocalípsis 1:9].
¡Aquellos
a quienes él escribió estaban en medio de muchas y grandes
tribulaciones...
y él también junto a ellos! Si lee la respuesta a la
pregunta sobre el significado de Apocalípsis [vea en el índice
de PyR la sección de "Profecía, el Futuro"] verá
que este libro fue escrito con un fin contemporáneo, no para ser
un calendario del futuro. Las visiones que Dios le concedió
a Juan son visiones siempre-presentes en la iglesia, no importa el siglo
o año.
Cuando Juan oyó
la respuesta: "Estos son los que han venido de grande tribulación",
a él se le estaba mostrando la realidad de que los verdaderos hijos
de Dios dejan atrás un mundo de tribulación
cuando parten a estar con el Señor. No se le estaba diciendo,
"estos son cristianos de un tiempo particular de la historia del hombre",
por ejemplo, de la parte final. Por el contrario, se le estaba mostrando
el estado de pruebas, persecuciones y tribulaciones
de donde salieron aquellos y de donde salen
todos los santos.
Tal vez alguien
diga: "¿Pero, y no es cierto que las cosas se van a ir
poniendo peor según llega el día de Cristo?" La
respuesta es, "probablemente, sí". Sin embargo,
estos textos bíblicos no tienen como fin la comparación entre
lo duro de las pruebas de una era y las de otra sino más bien la
afirmación de que el cristiano parte al cielo dejando atrás
un mundo en donde sufrió grande tribulación.
Tampoco debemos compararnos con otros, pensando que los del futuro
sufrirán más que otros.
La historia natural
nos confirma horrendas persecuciones durante la inquisición del
siglo 16 en España, Francia e Italia. ¿Cuántos cristianos
no murieron en ese entonces en la horca, la hoguera? ¿Y qué
diremos de los cristianos en el tiempo de los emperadores romanos -tiempo
en el cual Juan escribe a las siete iglesias- cuando, como cosa de juego
o deporte, eran echadas familias completas a un coliseo con leones hambrientos?
No dude usted por un solo momento que en su visión, Juan vio a éstos
entre otros... ciertamente salieron de grande tribulación...
¿quién lo podría negar?
En resumidas cuentas,
pues, afirmamos que la Biblia enseña lo siguiente tocante a "tribulación",
"la tribulación"
o "grande tribulación",
a saber:
1. que "los
que quieren vivir piamente padecerán persecución [tribulación]"
[2 Timoteo 3:12];
2. que es una realidad
que afecta a todo verdadero creyente a través de la historia de
la humanidad, aunque unos sufran con menos intensidad que otros;
3. que siendo una característica de todo
tiempo presente -lo que es contemporáneo- el Espíritu de
Dios siempre está y estará con los suyos hasta el final porque
él siempre está con su iglesia, protegiéndola del
maligno;
4. que dado el caso de que "tribulación"
es una realidad siempre presente para la iglesia en este mundo, y dado
el caso de que la venida del Señor por su iglesia [esposa] es el
evento que le pondrá el "punto final" a la historia natural,
toda tribulación
necesariamente ocurrirá ANTES de la
venida Cristo -evento aludido en la pregunta
con el término "rapto"-, pues, después de tan glorioso
evento sólo habrá -para los santos- una eternidad con él
en el cielo.
Sepa, todo lector
de estas líneas, que vivir piamente ante Dios conllevará
el sufrimiento de tribulaciones,
sean cuales sean. Y si la tribulación
de unos los conduce a la muerte, sepa el cristiano que para Dios, "la
muerte de sus santos es muy estimada"
[Salmo 116:15 ].
Y aunque escuche
palabras como éstas: "Conviértase a Cristo hoy para
que no pase por la tribulación",
sepa que las mismas no proceden de la Biblia, pues la Palabra de Dios asevera
que los verdaderos creyentes sufriremos... de una manera u otra [2 Timoteo
3:12, arriba]. Cristo vino a traer espada, fuego, disensión,
y ese fuego trae división aun entre los de la familia más
cercana. Lea Lucas 12:49-53. Es una forma de sufrimiento, de persecución,
de tribulación.
Oramos que Dios
le conceda a usted el poder entender esta verdad para que así tome
las previsiones espirituales necesarias para que en medio de cualquier
tribulación
que toque su vida, usted pueda permanecer fiel. Y si aún no
ha conocido a Cristo de una manera salvadora, oramos que Dios le ayude
a ver su necesidad espiritual, a entender el precio, el costo espiritual
envuelto, y que así pueda creer en el Señor Jesucristo y
ser salvo para toda la eternidad. Así no importa qué
tipo de prueba y tribulación
pueda tocar su vida, como hijo[a] de Dios, nada ni nadie le podrá
sacar de la mano de nuestro soberano Señor y Salvador.
¡Dios nos
ayude!
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en el encasillado de "Motivo": "Para Preguntas
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Muchas gracias.
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