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¿Por qué
la homosexualidad es pecado? (anon.)
- Rep. Dom. Pregunta: ¿Cuàles
son las bases teològicas para considerar la homosexualidad un pecado?
(anon.) - Rep.
Dom. Respuesta: Esta pregunta nos llegó de un cristiano, varón, quien en subsiguientes emails -luego de nuestra respuesta enviada directamente a él- nos ofreciera detalles personales que revelaban que entendía y creía lo que la Biblia enseña sobre este asunto tan serio, aunque tenía cierta preocupación que le surgió cuando leyó unos escritos -de varios "teólogos" en Sur América- que pretenden ofrecer pruebas bíblicas que apoyan la supuesta legitimidad y consecuente aceptación de parte de Dios de la homosexualidad. Esta persona nos envió copia de dichos artículos que, aparte de revelar una mentalidad tan "enfermiza" -espiritual y moralmente hablando- y deprimente, además de ser una manipulación deshonesta y aberrada de las santas Escrituras, curiosamente nos dejó ver que, precísamente, los textos bíblicos que le habíamos citado en nuestra respuesta eran los mismos que dichos "teólogos" torcían para así intentar ofrecer un supuesto respaldo bíblico a este estado de vida tan inmoral y pecador ante los ojos de Dios. Es preocupante saber que hay aquellos que "en el nombre del Señor" utilizan la Biblia para adelantar sus perversas causas espirituales, morales. La Palabra de Dios condena el pecado... TODO tipo de pecado; y quien pretenda vivir aquí en pecado, convenciéndose de que lo que hace no es, en efecto, pecaminoso tendrá un triste despertar ante el juicio de Dios. De hecho, aun antes del juicio se hallará ardiendo en las llamas de fuego del infierno eterno, ya que Dios señala en su Palabra -con gran especificidad- que entre los tantos y tantos que no entrarán al reino de los cielos, están los "afeminados y los homosexuales". Dice 1 Corintios 6:9-10: "¿O no sabéis que los injustos no heredarán el reino de Dios? No os dejéis engañar; ni los fornicarios, ni los idólatras, ni los adúlteros, ni los afeminados, ni los homosexuales, ni los ladrones, ni los avaros, ni los borrachos, ni los maldicientes, ni los estafadores, heredarán el reino de Dios". Antes de proceder con la respuesta a la pregunta, queremos ser muy claros en el sentido de que afirmar la verdad bíblica que, sin reserva alguna, condena la homosexualidad como pecaminosa no es sinónimo con odiar y/o maldecir a los que viven en tal estado de pecado. Tal como el ladrón, la ramera, el idólatra, etc. pueden hallar la vida eterna en Cristo, así tambén podrá ser salvo cualquier homosexual que, confesando la realidad de su pecado ante Dios, se arrepienta de su pecado y ponga su fe en el único que le puede perdonar y salvar,el Señor Jesucristo. En esto somos muy, pero muy claros. Sentimos lástima, compasión y tristeza por la condición de cada homosexual, y le pedimos a Dios que aún estas líneas, de ser leídas por alguien atrapado(a) en este pecado, puedan estimular al tal a mirar a Cristo, en quien unicamente hay vida eterna. A continuación, pues, la respuesta a esta pregunta enviada desde la República Dominicana: En el Antiguo Testamento, Dios dijo: "No te echarás con varón como con mujer; es abominación" (Levítico 18:22). Sigue diciendo, ahí mismo, que las naciones se han contaminado así mismo, teniendo sexo hombres con hombres, u hombres y/o mujeres con animales. Además, Dios les dijo que "fructificaran, multiplicaran y llenaran la tierra" (v. 28). ¿Quién desconoce que es mediante la relación íntima entre mujer y hombre que se multiplican los seres humanos, llenando, así, la tierra? Desde un principio, el atractivo y la función sexual fue diseñada por Dios para que ocurriera entre sexos opuestos. Por eso es que la procreación no puede ocurrir entre dos personas del mismo sexo. Sin embargo, aparte de esto último, más clara no puede ser la prohibición -arriba: "No te echarás con varón como con mujer..." Leemos en Génesis 18 y 19 la historia de Abraham, Lot, Sodoma y Gomorra. Es muy claro que, allí, la homosexualidad era rampante... por eso el nombre histórico "sodomitas" para los homosexuales. Cuando los hombres pervertidos de la ciudad (tanto jóvenes como los mayores) insistían en "conocer" a los "varones" (ángeles) que habían llegado a la casa de Lot, lo que expresaban no era un deseo sincero de poder conocer a los tales de manera social, amable con el fin de entablar conversaciones de interés ocn ellos. ¡Claro que no! Lo que querían era tener relaciones sexuales -varón con varón- con ellos. El término "conocer" es utilizado muchas veces en las escrituras como la palabra delicada, educada para referirse a la unión sexual entre hombre y mujer; otras veces usa la frase: "entró a ella". Por eso dice en Génesis 4:1: "Y conoció Adán a su mujer Eva, la cual concibió y dio a luz a Caín..." Otro ejemplo lo vemos en el verso 17, que dice: "Y conoció Caín a su mujer, la cual concibió y dio a luz a Enoc..." Finalmente, vemos un tercer ejemplo en el verso 25, que dice: "Y conoció de nuevo Adán a su mujer, la cual dio a luz un hijo, y llamaron su nombre Set..." El resto de la Biblia presenta numerosos usos del término "conocer" de igual manera que estos tres ofrecidos. A veces lo más obvio es lo que no puede ver quien tiene su corazón entenebrecido por su propio pecado. ¿Cómo podrán algunos negar que este uso del término "conocer" resulta en la concepción y posterior parto de una criatura? Además, cuando Adán "conoce de nuevo a su mujer", será posible que él hubiera estado separado de ella tanto tiempo como para tener que conocerla de nuevo en ese sentido social: "Hola, Eva... ¡qué gusto en conocerte!" ¡Si no fuera tán trágica la perversidad de corazón y mente que provoca tales argumentos, daría risa! Romanos 1:18-32 narra cómo la homosexualidad entró a la raza humana precisamente porque era ésa la condenación de Dios sobre los hombres por no haberle honrado ni glorificado. Por eso el v.27 describe tales actos como "hechos vergonzosos hombres con hombres..." Leamos el texto completo:
Finalmente, leemos en 1 Corintios 6:9: "...no os dejéis engañar; ni los fornicarios, ni los idólatras, ni los adúlteros, ni los afeminados heredarán el reino de Dios." Debe notar que el siguiente verso 11 dice: "Y ésto erais algunos: mas ya habéis sido lavados..." Por tanto, quien ya no es homosexual, debido a que ha sido lavado en la sangre de Cristo, heredará el reino de Dios, ya que la vida eterna es para los que están en Cristo... la vida de antes quedó atrás... perdonada. Espero que estos varios versos le ayuden. Si tan solo hubiera un texto sobre tal tema, sería igual de válido que cuando hay muchos. Dios ha hablado, y las opiniones de los hombres modernos nada son ante la eterna Palabra de Dios, a quien todos vamos a dar cuenta. ¡Sea todo hombre mentiroso, más Dios verdadero! Sin nada más por el momento, quedo Cordialmente en Cristo, DMS
Pregunta: ¿Necesito saber si es posible hacerse una confesión por internet? ¡Es Urgente!!!.. H. D. - México Respuesta: Reciba un cordial saludo en nombre de Cristo desde la isla de Puerto Rico. Acabo de regresar a mi oficina luego de unas diligencias y hallé este email suyo. ¡Qué bueno que nos visitó en la web!... ¡Qué bueno que tuvo la confianza de escribirnos acerca de aquello que le preocupa! Seré muy breve, pues la respuesta es sencilla, y la urgencia que usted asegura sentir me obliga a responder sin dilación. Me imagino que usted tiene como trasfondo la religión católica romana, que incluye en sus tradicionales ritos "la confesión", o sea, ese acto donde una persona acude a un templo en donde luego de entrar a una pequeña cámara encubierta, confiesa lo que siente es su pecado a un sacerdote que está en la otra parte del cubíco contiguo, también escondido, encubierto. Como ministro del evangelio de Cristo, tengo el privilegio de decirle a usted que la Biblia nos enseña que si, conscientes de nuestra condición pecaminosa, llegamos ante Dios por medio de la oración personal, en verdadera fe, y confesamos a él nuestro pecado, él nos perdonará. Le citaré varios textos bíblicos, a saber: "Si confesamos nuestros pecados, él (ese es Dios) es fiel y justo para perdonarnos nuestros pecados, y limpiarnos de toda iniquidad" (1 Juan 1:9). Ningún ser humano tiene la facultad ni autorización de parte de Dios para perdonar el pecado de NADIE. Es sólo Dios quien perdona, siendo el Mediador entre nosotros y él su santo Hijo, Jesucristo. Si bien es cierto que este texto es parte de unas palabras que Juan dirige a cristianos, quienes también necesitan confesar su pecado a Dios, no deja de ser igualmente cierto que esta relación de "confesión" y "perdón" es igual para el pecador que acude a Cristo en busca del perdón eterno y salvación de su alma. Sobre este particular la Biblia enseña: "Porque hay un solo Dios, y un solo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre" (1 Timoteo 2:5). Es por eso que no necesita acudir a un lugar, a un persona, etc., para poder confesar su pecado a Dios. Lo más que yo, como ministro de Cristo puedo y debo hacer es referirle al único que puede perdonarle. Y él nos recibe ante su trono por medio de la fe, lo que descarta la necesidad de un lugar preciso, o de un mediador humano que no sea Cristo. Es por eso que no hay tal cosa como "confesarse via este medio escrito del internet" debido a que usted misma, ahí donde está, puede llegar directamente al trono de la gracia de Dios. ¡Créame que es así! ¡Dios así lo asegura! Al inicio de la iglesia cristiana, los apóstoles de Cristo predicaban así: "Arrepentíos,... para perdón de pecados". Esto lo dijeron ellos a una multitud de personas que, habiéndoles escuchado predicar la Palabra de Dios, sintieron en sus espíritus una pesada carga de pecado, -tal como parece siente usted- y que como resultado habían clamado a viva voz en ese mismo momento: "...así que se compungieron de corazón, y dijeron a Pedro y a los apóstoles, varones hermanos, ¿qué haremos?" (Hechos 2:37-38). En otro texto de este mismo libro se nos dice, de manera similar: "Arrepentíos y convertíos para que sean borrados vuestros pecados..." En una ocasión, durante el ministerio de Cristo, él se acercó a una mujer samaritana -gente despreciada por los judíos de aquellos días- y le dijo que: "Dios es espíritu, y busca verdaderos adoradores que le adoren en espíritu y verdad". Estos textos, y tantos más, nos enseñan claramente que el acceso a Dios, y el perdón subsiguiente por haberle confesado los pecados, se logra mediante verdadera fe, creyendo en el evangelio de Cristo, creyendo de corazón que Cristo derramó su sangre en la cruz con el fin de dar perdón de pecado a todos cuantos se acerquen a él con genuina fe y confesión de pecado. Le aseguro, que si usted meditara bien en serio sobre su condición espiritual ante Dios, y humildemente le confesara a él su condición de pecado, pidiéndole que tenga misericordia de usted y le perdone su pecado, él así lo hará. Debe estar muy segura, sin embargo, que lo que le motive acercarse a Dios sea un genuino sentir de pecado ante él. La gran diferencia entre el evangelio de Cristo y las demás religiones del mundo -falsas de por sí por no anda conforme a la verdad de Dios- es que Dios nos asegura que, habiendo pecado ante él, y por tanto siendo merecedores del más horrendo y eterno castigo en el infierno, él envió a su Hijo, Cristo, a morir en la cruz de tal manera que todo aquel -o aquella- que en él creyere, no se pierda sino tenga vida eterna. Cada alma individual puede acercarse al trono de Dios sin la mediación humana... es asunto de fe en el corazón que le capacita y mueve a orarle a Dios desde el lugar en que usted esté, ya sea la casa, oficina, o otro sitio. Le aseguro que no hay pecado tan grande que la sangre de Cristo no lo pueda limpiar. Y usted puede, y debe acercarse a Dios usted solita, teniendo fe en su corazón de que él le habrá no sólo de oir, sino también perdonar. Sobre este tema de la gloriosa verdad de cómo Dios perdona el pecado más grande, le invito a pasar un momentito al siguiente URL, que le llevará a nuestro sitio de música. Es un himno que Dios me permitió componer hace varios años. Si usted no tiene accesible, en la PC que está usando, la facilidad de música, como quiera podría seguir la letra del cántico. El URL es: http://alabanzayadoracion.com/canticos3/cntco315.html * Gracias, otra vez, por habernos escrito. Oro a Dios que le ayude a considerar seriamente los consejos ya ofrecidos. Cuán bueno sería oir de usted, en un futuro cercano, un testimonio al efecto de que ha conocido a Cristo como su Señor y Salvador. Sería para nosotros motivo de gran gozo... es la razón por la cual mantenemos nuestros sitios en la red, a saber: que almas necesitadas puedan tener contacto con el evangelio de Cristo y, al fin, llegar a conocerle como Señor y Salvador. Dios le bendiga y le ayude a buscar de Cristo de todo corazón, es mi sincera oración. Atentamente en Cristo, D. S., Ministro cristiano en P.R. * Nota:
Si usted, amigo(a) visitante quisiera escuchar este cántico, puede Reacción: Nos ha sido motivo de genuino gozo recibir una respuesta de la dama que envió la anterior pregunta al siguiente día de haberle respondido. Su respuesta de gratitud ha sido tan rápida que aún permanece en línea como "La Pregunta de Hoy" su comunicado original a esta sección. ¡Gracías a Dios por su gran misericordia! Sólo nos queda orar que él haga una obra efectiva, permanente en el alma de esta agradecida dama. Compartimos, pues, su tan amable respuesta: "Muchisimas gracias por el mensaje de fe y esperanza que necesitaba. Realmente me sentí arrepentida por haber ofendido a Dios y tengo la confianza en que me ha de perdonar. Sinceramente estaba desesperada y pensé que la respuesta a mí suplica no sería tan rápida, ni siquiera esperé que me contestaran. Espero que Dios siga iluminando su camino para seguir enviando ese mensaje que Dios nos dejó al morir. Soy muy joven aún, pero creo que no hay nada más grato que el conocimineto de Dios pues es lo único que es eterno y verdadero. De nuevo gracias y ojalá no se olvide de mí, pues me ha ayudado mucho. Infinitamente agradecida, (nombre omitido) Háganos
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