CUANDO GRACIA NO ES 'LA GRACIA DE DIOS'

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  ¡Gracia!  ¡La gracia de Dios! Cuán preciosa es esa realidad divina, espiritual de lo que se describe con el  término, 'Gracia'. ¡Cuán venerable es el único y soberano Dios, Fuente de gracia divina que beneficia al vil e inmerecedor pecador con la más hermosa esperanza de vida eterna en Cristo mediante la fe en él!

 Hay quienes se preguntarán hoy: ¿Y quién no conoce lo que es la gracia de Dios? Con tal pregunta implican que, de cierto, nadie podrá desconocer lo que es esa 'gracia' que acaban de pronunciar con sus labios. Sin embargo, es una muy triste y alarmante realidad de que en el pasado, en el día que vivimos, hoy, y en el día de mañana siempre han existido, existen entre los de apariencia evangélica y habrán de existir hasta el día en que Cristo venga tales personas que, según Judas :4, son personas que "han entrado encubiertamente, los cuales desde antes habían estado ordenados para esta condenación, hombres impíos, convirtiendo la gracia de nuestro Dios en disolución, y negando á Dios que solo es el que tiene dominio, y á nuestro Señor Jesucristo."

 Esta advertencia inspirada dada por Dios a través de Judas es muy descriptiva... va al corazón de una trágica realidad que nos rodea en estos tiempos que vivimos.  Pablo le habló a un grupo de ancianos [pastores, diáconos, líderes] de la iglesia en Éfeso, diciéndoles, de manera similar –en Hechos 20:26– que "de entre ellos mismos se levantarían lobos rapaces que no perdonarían al ganado [las ovejas de Cristo]". Cristo advirtió en Mateo 7:15 que se guardaran "...de los falsos profetas que vienen á vosotros con vestidos de ovejas, mas de dentro son lobos rapaces."

 Esta advertencia de Cristo a los suyos y las palabras en Judas, unos cuantos años después, se han visto materializarse a través de la vida de la iglesia de Cristo y continuará así hasta el día final del tiempo cuando Dios traerá toda obra a juicio, entrando los santos escogidos al disfrute eterno de la presencia de Cristo en el cielo y los pecadores al lago de fuego preparado para el Diablo, sus ángeles y tod@s aquell@s cuyos nombres no están escritos en el libro de la vida.

 "Falsos profetas vestidos de ovejas"... "lobos rapaces que no perdonarán a las ovejas de Cristo". Y los tales se presentarán no como los lobos que son sino, más bien, como 'ángeles de luz', tal como 2 Corintios 11:14 describe al mismo Satanás. Claro que –como veremos más adelante– estos falsos profetas son los primeros en negar la existencia misma de Satanás, por lo que todo texto bíblico al respecto viene a ser irrelevante para ellos... viene a ser cual 'cuentos de hadas' de los que se ríen y se entretienen a sí mismos y a sus oyentes.

 Ante la realidad de las huestes satánicas que nos rodean y, bajo el liderato de su jefe, Satán, no debería sorprendernos que estos "...gobernadores de las tinieblas..." según describe Efesios 6:12, habrán de usar temas doctrinales que correspondan a la  sana doctrina bíblica como el manto bajo el cual se encubrirán  para lograr su meta de engañar al máximo número posible de almas antes de que la suerte ya anunciada y obrada por Cristo en la cruz le venga sobre el Diablo y los suyos en el día del juicio. Dice ese texto completo: "Porque no tenemos lucha contra sangre y carne; sino contra principados, contra potestades, contra señores del mundo, gobernadores de estas tinieblas, contra malicias espirituales en los aires."

 Y uno de estos términos de doctrina bíblica que ha proliferado entre aquellos que sirven a su padre, Satán, en estos menesteres diabólicos, es la 'gracia de Dios'. Otra de las doctrinas bíblicas escogidas por el maligno para su labor de engaño es el 'nuevo pacto' que Cristo obró en la cruz.  Por el uso de tales términos bíblicos es que van cayendo muchos ciegos bajo las garras de estos embajadores de las tinieblas debido a la fascinación que los crédulos e incautos cristianos manifiestan hacia ellos.  Tampoco  olvidemos que Satanás es un engañador e imitador muy astuto.

 Consideremos un ejemplo sencillo de esta astucia engañadora del maligno. Tanto la historia bíblica en el Antiguo Testamento así como la historia natural de la humanidad dan fe de que, durante muchos siglos, un muy conocido objeto y venerado personaje religioso ha sido la imagen de una mujer –diosa– con un infante en su regazo. ¿Y de dónde sale tal figura... dónde origina? ¿De María y Jesús? ¡Definitivamente NO!

 Seguramente a muchos de nuestros lectores les sonará familiar el nombre 'Diana' de los efesios, Isis, Osiris, Semiramis y otras diosas del paganismo en general. Sin embargo. ¿Sabía Ud. que la primera ocasión en que se habla proféticamente de una futura obra divina que relaciona a una mujer con un infante fue cuando Dios, en el huerto del Edén, le dijo a la Serpiente [la manifestación de Satán en ese momento]: "...enemistad pondré entre ti y la mujer, y entre tu simiente y la simiente suya; ésta te herirá en la cabeza, y tú le herirás en el calcañar.", lo que describe de forma figurativa e ilustrativa el golpe mortal que le daría esa Simiente de la mujer [entiéndase Jesús, el primogénito de María y unigénito de Dios] a Satán?

 Por ello es que en nada nos extraña o sorprende conocer que, a través de la historia natural del mundo, entre la Creación y el nacimiento del Mesías de Dios, Cristo Jesús, se diera tanta atención a una diosa pagana a cuyo hijo se le atribuyese tanto poder religioso, etc.  En esa mezcla de religiones paganas también se le daba lugar al 'padre' de ese niño, como por ejemplo, viéndole como el 'dios sol'. Y tampoco extraña que esas religiones paganes dieran lugar a tanta perversión sexual, comenzando en sus propios templos donde las 'sacerdotizas' no eran más que prostitutas para satisfacer los apetitos sexuales de todos esos pervertidos.

 De allí... de ese paganismo con su diosa y criatura, fue un sencillo paso para que, luego de Cristo, la religión católica romana le atribuyesa a esas figuras ser, ni más ni menos, 'María con el niño Jesús'.  Y no sólo comenzaron a proliferar esas estatuas e imágenes de una mujer con su hijito, identificadas con el supuesto 'cristianismo', sino que lo mismo pasó con estatuas e imágines de Jupiter y otros de los dioses paganos al identificarlos con Pedro, el supuesto primer papa del romanismo, etc.

 Sirva ese ejemplo como evidencia de la astucia de Satanás en su empeño por engañar a las almas. Él sabía, desde el Edén, que su sentencia eterna le llegaría a través del hijo de una mujer. Y así fue: le llegó su derrota cuando el Hijo de Dios murió en la cruz y resucitó al 3er día luego de haber sido sepultado.  Y aunque activo, el Diablo, "cual león rugiente buscando a quién devorar", está limitado o atado por el poder de Dios de tal manera que nada puede hacer fuera de la voluntad de Dios.  Por ello es que genuin@s hij@s de Dios pueden 'someterse a Dios y resistir al Diablo con el resultado de que éste huirá de nosotros".

 Esa astucia sigue engañando a quienes veneran a la madre de Jesús, ya que están convencidos, por ese poder engañador de Satanás, que esa figura de una mujer y su niño es, en efecto, María con Jesús, y que es su deber ofrecerle la sumisión que se les requiere debido a que no dudan de que Dios mismo es quien dió origen a esas imágenes.  Así es la ceguedad espiritual.  Gracias a Dios, a menudo hay almas que salen de tal ceguedad, viniendo a los pies de Cristo en arrepentimiento y fe, siendo salvos de su pecado.

 Y es la misma astucia engañadora de Satanás que, desde hace décadas, viene motivando a algunos de sus falsos profetas a utilizar la terminología de 'la gracia de Dios' y del 'nuevo pacto' como la 'cortina de humo' que esconderá la herejía del amplio cuerpo religioso que dichos mensajeros proclaman a sus seguidores.  Algunos llegan a ser muy expertos propagandistas de herejías y blasfemias, asidos en muchos casos por atractivos de su personalidad fascinante, magnética, que, mediante una sutil apariencia de piedad logran llevar tras si a muchas almas ciegas que andan en pos de otr@ cieg@.

 Con casi 70 años de edad, este siervo de Dios ha vivido lo suficiente como para ver y ser parte de un 'despertar espiritual' a la doctrina de la gracia de Dios, la que tiene ramificaciones en todas las demás áreas de la sana doctrina enseñada en la Biblia, la Palabra de Dios.  En las décadas de los '50+ y los '60+ se vio  un resurgir de un mayor interés en las verdades de 'la gracia de Dios'. No que fuera un término nuevo o desconocido, sino que se había perdido de vista en el quehacer religioso evangélico. Suele ocurrir así en la iglesia visible de Cristo. Llegan momentos en la historia natural en que, algunos cristianos, disciernen que algo anda mal en su iglesia local o en el grupo de iglesias con las que confraternizan.

 Ese discernimiento a veces da lugar a que cristianos vuelvan a examinar la Biblia hasta darse cuenta, por la enseñanza del Espíritu de Dios, que se han apartado, poco a poco, de la sana doctrina. En muchos casos ésto desemboca en divisiones o separaciones dentro de las denominaciones, asociaciones o grupos de iglesias. En tales momentos suelen surgir expresiones escritas de las doctrinas creídas por los que defienden lo que entienden es la Verdad bíblica; a ésas se le llaman, por lo general, 'Confesiones de Fe'... documentos no inspirados que dan a conocer de forma  pública y por escrito las convicciones de esos cristianos en su día.

 Pues, hacen unos 50 años +/- que ha venido ocurriendo un despertar a las llamadas 'doctrinas de la gracia', las cuales prefiero identificar en lo singular, i.e., 'doctrina de la gracia', ya que es una sola doctrina de la gracia de Dios que se ramifica en toda la fe cristiana que Dios nos enseña en su santa Palabra. Y, al ocurrir un despertar en esta área de la sana doctrina, a saber, la gracia de Dios, es casi de esperarse que los falsos profetas:

1. Se aprovecharán de la vertiente que 'está de moda' o que va ganando popularidad y arraigo y que,

2. Algo de esa doctrina que se ha 'vuelto a descubrir' vendrá a ser lo que suene y atraiga en la corrupción doctrinal que, poco a poco, irá desarrollándose hasta llegar a ser una abierta herejía repleta de blasfemias.

 Un último detalle sobre ese despertar a 'la gracia de Dios' es que el mismo tuvo una base más amplia entre los creyentes calvinistas, los cuales eran más inclinados en su fe y práctica a lo que conocemos como la 'teología del pacto'. Sin entrar en esos detalles –ya que no es la meta de estas líneas– podemos decir que, así como antes hubo un despertar a la doctrina de la gracia de Dios, de donde surgieron muchos escritos teológicos, durante los 60+ y los '70+ surgió un nuevo escrutinio del lugar del nuevo pacto en la iglesia de Cristo.  Muchos pastores, teólogos y cristianos sencillos comenzaron a ver que la obra de Cristo en la cruz produjo, de forma efectiva, ese 'nuevo pacto prometido' a través de muchos profetas, en particular Jeremías, pacto que dio por terminado el pacto antiguo, sinaítico, mejor conocido como los 10 mandamientos o la ley mosaica.

 De ahí que la doctrina que surge de ese nuevo pacto viniera a ser de gran relevancia en la iglesia de Cristo, no sin traer lamentables consecuencias de divisiones y otros 'dolores de espíritu' los cuales hemos conocido de manera personal. A lo que voy es ésto: Que de los años 50 +/- para acá, ha ocurrido un despertar en las iglesias cristianas muy particularmente en estas dos áreas de doctrina... la 'gracia soberana de Dios', y 'el nuevo pacto en la sangre de Cristo'.

 No titubeamos en afirmar que por estas razones es que el maligno... el verdadero, legítimo personaje bíblico, aquel que, cual ángel de luz, cayó por querer ser igual a Dios, ha visto bien que corrientes de herejía y blasfemias contra la misma Palabra de Dios sean movidas, hoy día, bajo el manto externo de 'la gracia de Dios', el 'nuevo pacto' o de ambas doctrinas tan claves en la fe de Cristo.

 Este acontecer del desarrollo de la falsa religión promovida bajo la sombra de legítimas doctrinas bíblicas fue algo que Dios me ayudó a ver hace ya más de 30 años. A veces lo informaba en mis predicaciones en la iglesia y la radio.  Lo compartía a menudo con mis hermanos en Cristo. A veces daba este aviso: 'Tengan cuidado con lo que se presente como de 'la gracia', pues, puede ser que de la legítima gracia de Dios no tenga ni una gota.

 Lo mismo con el 'nuevo pacto', aunque, lo que más vemos hoy en la diseminación de herejía por falsos profetas es que parecen preferir 'la gracia' como su fachada exterior de luz.  De esa manera, cristianos sencillos que no han aprendido a 'probar los espíritus si son de Dios' escuchan los términos, 'gracia de Dios', 'la gracia de un Dios soberano', etc. y caen presos en la trampa que tan dulce pareció al comienzo.

 Recuerdo que, hace ya más de un año, un visitante a este sitio web nos escribió para preguntar si teníamos relación con cierto movimiento sectario cuyo nombre incluye el término, 'gracia' [¡y no son pocos!]. Cuando le respondí en la negativa, nos volvió a escribir, expresando su alivio de saber que nada teníamos que ver con esa contaminación que había encontrado en internet, secta cuyo líder se autoproclama ser el Cristo reencarnado.

 ¡Gracia!  ¡La gracia de Dios! Así comencé estas líneas arriba. Cuán preciosa es la realidad divina, espiritual de aquello a lo cual se refiere este término, 'Gracia'

 Cuando la Biblia nos habla con el término, 'gracia', ¿De qué nos está hablando? Reconocemos una leve variedad en las definiciones que ofrecen tantos siervos de Dios en sus mensajes y libros. Pero, resumiendo de la manera más sencilla y corta, podemos decir que, al hablar de la gracia de Dios, se nos está describiendo el favor, amor y la misericordia de Dios para con los suyos... para con Su creación, lo que incluye los no salvados en su estado de pecado.  Siendo pecadores, la gracia de Dios les mantiene su vida física, su salud, alimento, sol, agua, etc.  Además, por Su gracia es que Dios se acerca a un pecador para salvarle, habiéndole redimido Cristo cuando en la cruz llevó los pecados y castigo de los escogidos de Dios, número tan grande que sólo él lo conoce.

 Muy particularmente, se describe ese favor y misericordia de Dios como 'no merecido'. Además, debemos tener en cuenta que ese 'no merecer' del pecador se debe a su pecado; no sólo sus actos, sino su estado natural de pecador caído ante Dios. Además de usarse el término 'gracia' con referencia a ese maravilloso favor de Dios para con nosotros, hay unos pocos textos en donde se usa con referencia a la demostración de favor o benevolencia de un creyente hacia otro.  Pero, son éstos el mínimo de los casos.  La mayoría trata de la 'gracia de Dios' hacia nosotros.

 El la Biblia hallamos 203 textos que usan el término 'gracia'... 72 en el Antiguo Testamento y 131 en el Nuevo.  Le invito a utilizar alguna de las herramientas de búsqueda bíblica ofrecidas en páginas web como las que nombramos antes, cerca del enlace que lo trajo aquí. Si quiere, puede regresar allí para entrar a uno de esos buscadores donde podrá, en cuestión de segundos, hallar textos bíblicos para leer o palabras claves para localizar según sea su gusto. Podrá leer todos los textos que mencionan la 'gracia de Dios', algunos de los cuales citaremos a continuación:

 En Génesis 6:8 leemos: "Empero Noé halló gracia en los ojos de Jehová."

 En Éxodo 33:13 leemos: "Ahora, pues, si he hallado gracia en tus ojos, ruégote que me muestres ahora tu camino, para que te conozca, porque halle gracia en tus ojos: y mira que tu pueblo es aquesta gente."

 En 1 Samuel 1:18 leemos: "Y ella dijo: Halle tu sierva gracia delante de tus ojos. Y fuése la mujer su camino, y comió, y no estuvo más triste."

 En el Salmo 84:11 leemos: "Porque sol y escudo es Jehová Dios: Gracia y gloria dará Jehová: No quitará el bien a los que en integridad andan."

 En Lucas 1:30 leemos: "Entonces el ángel le dijo: María, no temas, porque has hallado gracia cerca de Dios."

 En Lucas 4:22 leemos: "Y todos le daban testimonio, y estaban maravillados de las palabras de gracia que salían de su boca, y  decían: ¿No es éste el hijo de José?"

 En Hechos 4:33 leemos: "Y los apóstoles daban testimonio de la resurrección del Señor Jesús con gran esfuerzo; y gran gracia era en todos ellos."

 En Hechos 11:23 leemos: "El cual, como llegó, y vió la gracia de Dios, regocijóse; y exhortó a todos á que permaneciesen en el propósito del corazón en el Señor."

 En Hechos 13:43 leemos: "Y despedida la congregación, muchos de los Judíos y de los religiosos prosélitos siguieron á Pablo y a Bernabé; los cuales hablándoles, les persuadían que permaneciesen en la gracia de Dios."

 En Hechos 15:11 leemos: "Antes por la gracia del Señor Jesús creemos que seremos salvos, como también ellos."

 En Romanos 3:24 leemos: "Siendo justificados gratuitamente por su gracia por la redención que es en Cristo Jesús..."

 En Romanos 4:16 leemos: "Por tanto es por la fe, para que sea por gracia; para que la promesa sea firme a toda simiente, no solamente al que es de la ley, mas también al que es de la fe de Abraham, el cual es padre de todos nosotros."

 En Romanos 5:15 leemos: "Mas no como el delito, tal fue el don: porque si por el delito de aquel uno murieron los muchos, mucho más abundó la gracia de Dios a los muchos, y el don por la gracia de un hombre, Jesucristo."

 En Romanos 5:20 leemos: "La ley empero entró para que el pecado creciese; mas cuando el pecado creció, sobrepujó la gracia..."

 En Romanos 11:6 leemos: "Y si por gracia, luego no por las obras; de otra manera la gracia ya no es gracia. Y si por las obras, ya no es gracia; de otra manera la obra ya no es obra."

 En 1 Corintios 15:10 leemos: "Empero por la gracia de Dios soy lo que soy: y su gracia no ha sido en vano para conmigo; antes he trabajado más que todos ellos: pero no yo, sino la gracia de Dios que fué conmigo."

 En 2 Corintios 8:9 leemos: "Porque ya sabéis la gracia de nuestro Señor Jesucristo, que por amor de vosotros se hizo pobre, siendo rico; para que vosotros con su pobreza fueseis enriquecidos."

 En 2 Corintios 12:9 leemos: "Y me ha dicho: Bástate mi gracia; porque mi potencia en la flaqueza se perfecciona.  Por tanto, de buena gana me gloriaré más bien en mis flaquezas, porque habite en mí la potencia de Cristo."

 En Gálatas 1:6 leemos: "Estoy maravillado de que tan pronto os hayáis traspasado del que os llamó a la gracia de Cristo, a otro evangelio..."

 En Gálatas 1:15 leemos: "Mas cuando plugo á Dios, que me apartó desde el vientre de mi madre, y me llamó por su gracia..."

 En Gálatas 2:21 leemos: "No desecho la gracia de Dios: porque si por la ley fuese la justicia, entonces por demás murió Cristo."

 En Efesios 1:7 leemos: "En el cual tenemos redención por su sangre, la remisión de pecados por las riquezas de su gracia..."

 En Efesios 2:4-9 leemos: "Empero Dios, que es rico en misericordia, por su mucho amor con que nos amó, aún estando nosotros muertos en pecados, nos dió vida juntamente con Cristo; por gracia sois salvos; Y juntamente nos resucitó, y asimismo nos hizo sentar en los cielos con Cristo Jesús, Para mostrar en los siglos venideros las abundantes riquezas de su gracia en su bondad para con nosotros en Cristo Jesús. Porque por gracia sois salvos por la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios: No por obras, para que nadie se gloríe."

 En Colosenses 1:6 leemos: "El cual ha llegado hasta vosotros, como por todo el mundo; y fructifica y crece, como también en vosotros, desde el día que oísteis y conocisteis la gracia de Dios en verdad..."

 En 1 Tesalonicenses 5:28 leemos: "La gracia de nuestro Señor Jesucristo sea con vosotros. Amén."

 En 1 Timoteo 1:14 leemos: "Mas la gracia de nuestro Señor fué más abundante con la fe y amor que es en Cristo Jesús."

 En 2 Timoteo 1:9 leemos: "Que nos salvó y llamó con vocación santa, no conforme a nuestras obras, mas según el intento suyo y gracia, la cual nos es dada en Cristo Jesús antes de los tiempos de los siglos..."

 En Tito 2:11 leemos: "Porque la gracia de Dios que trae salvación a todos los hombres, se manifestó."

 En Hebreos 4:16 leemos: "Lleguémonos pues confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar misericordia, y hallar gracia para el oportuno socorro."

 En Hebreos 10:29 leemos: "¿Cuánto pensáis que será más digno de mayor castigo, el que hollare al Hijo de Dios, y tuviere por inmunda la sangre del testamento, en la cual fué santificado, e hiciere afrenta al Espíritu de gracia?"

 En Hebreos 13:9 leemos: "No seáis llevados de acá para allá por doctrinas diversas y extrañas; porque buena cosa es afirmar el corazón en la gracia, no en viandas, que nunca aprovecharon a los que anduvieron en ellas."

 En Santiago 4:6 leemos: "Mas él da mayor gracia. Por esto dice: Dios resiste á los soberbios, y da gracia a los humildes."

 En 1 Pedro 1:10 leemos: "De la cual salud los profetas que profetizaron de la gracia que había de venir a vosotros, han inquirido y diligentemente buscado..."

 En 1 Pedro 5:10 leemos: "Mas el Dios de toda gracia, que nos ha llamado a su gloria eterna por Jesucristo, después que hubieréis un poco de tiempo padecido, él mismo os perfeccione, coforme, corrobore y establezca."

 En 2 Pedro 3:18 leemos: "Mas creced en la gracia y conocimiento de nuestro Señor y Salvador Jesucristo. A él sea gloria ahora y hasta el día de la eternidad. Amén."

 En Apocalipsis 1:4 leemos: "Juan, a las siete iglesias que están en Asia: Gracia sea con vosotros, y paz del que es y que era y que ha de venir, y de los siete Espíritus que están delante de su trono..."

 En Apocalipsis 22:21 leemos: "La gracia de nuestro Señor Jesucristo sea con todos vosotros. Amén."

 Sirvan estos textos bíblicos como muestra adecuada de lo mucho que la Biblia nos enseña sobre la 'gracia' de Dios.  Si Ud. pensó en un verso que no incluí, me alegro que lo haya recordado. Los podrá ver todos en el buscador que ya les recomendé.

 Ya que usted inició su lectura al comienzo de esta breve estudio, está enterad@ de que estamos considerando aquel uso, mención o hasta 'enseñanza de la gracia' que, realmente, no es 'la gracia de Dios' según se enseña en la Biblia. Un detalle de suma importancia a recordar es el hecho de que los falsos profetas, en mucha de su indoctrinación, incluyen dentro del 'cuerpo de su doctrina' que propagan algo que puede ser, incluso, según la Verdad de la Palabra.

 Por eso es que la Biblia nos enseña que "los demonios creen y tiemblan". ¿Recuerda Ud. los demonios que estaban en aquel gadareno a quien Jesús libró de posesión satánica?  Esa 'legión de demonios' dentro del hombre habló y le dijo a Jesús: "...¿Qué tienes conmigo, Jesús, Hijo del Dios Altísimo? Te conjuro por Dios que no me atormentes" [Marcos 5:7]. De ahí que le pidieron no ser echados lejos, fuera de aquella provincia, sino que se les permitiese entrar a un hato de cerdos cercano.  Es decir: los demonios, y su capitán, Satán mismo, saben quién es Dios, quién es Jesús, y cuál es su suerte final, la cual les llegará en el día final de juicio.

 Por tanto, no debemos sorprendernos de que muchas, si no todas las enseñanzas que se promueven dentro de las sectas falsas bajo la dirección de sus falsos profetas, e incluso, anticristos, contengan un poquito de la Verdad de Dios.  Es su manera de parecerse a un 'ángel de luz'. Lamentablemente, hay cristianos tan débiles en su fe en Cristo que, al ver algo bonito, algo que les parece 'bíblico' dentro del movimiento o grupo religioso que en ese momento les llama la atención, lo primero que ven es aquello 'que tienen en común' en lugar de discernir las vastas diferencias a lo que enseña la Biblia.  Y hay quienes se fascinan tanto con la glamorosa presentación de lo que entienden es 'doctrina en común' que ni cuenta se dan de que esa es la carnada que esconde el filoso anzuelo que habrá de hincarse profunda y destructivamente dentro de su mente y espíritu.

 Consideremos de manera breve uno de los textos citados arriba con el fin de ver uno de los aspectos de lo que es, en verdad, 'la gracia de Dios'.  Volvemos a citar y leer a 2 Pedro 3:18.  Nos dice: "Mas creced en la gracia y conocimiento de nuestro Señor y Salvador Jesucristo. A él sea gloria ahora y hasta el día de la eternidad. Amén."

 ¿Ve Ud. cuán específico es este mandato a los cristianos en el sentido de que hemos de "crecer en la gracia y el conocimiento de nuestro Señor Jesucristo"?

 No es sólo hablar de un concepto llamado 'gracia'. No es un mero  hablar de que Dios nos ha mostrado 'gracia' en Cristo. Es, también, –¡y de suma importancia!– el 'CRECER EN ESA GRACIA Y EN EL  CONOCIMIENTO de Jesucristo.'  'Crecer' implica progreso en conocimiento de todo lo que es del SeñorSi hay lugar para crecer, entonces se está diciendo que ahora mismo somos 'menos or menor en conocimiento' de lo que Dios nos insta a ser.

 En el cielo eterno no estaremos creciendo o madurando en el Señor, pues, ya habremos sido glorificados todos los santos de Cristo. Estaremos viendo cara a cara lo que aquí veíamos sólo tras un velo oscuro por medio de la fe.  Allí ya no habrá fe en lo que anticipábamos porque ya estaremos en posesión de todo lo prometido.  Allí no hay pecado; aquí sí.  Allá habrá entendimiento pleno, mas, aquí tenemos la meta de crecer en el entendimiento de las cosas de Dios.  Allá no habrá pecado que nos agobie, limite y tiente... aquí sí, por lo que es vital el CRECER en la GRACIA y en el conocimiento de Jesucristo.

 Este texto, y tantos más de los citados y los no citados arriba, no nos enseña que la obra de Cristo en la vida de los suyos es algo ya en el pasado con el resultado de que, ahora, vivimos en perfección sin pecado.  La santificación o 'crecimiento en gracia' es parte del proceso diario en el cristiano; nos capacita para ir madurando en el Señor debido a que estamos imitándole a él, así como Pablo le imitaba, siguiendo en Sus pisadas que nos dejó como modelo a seguir... pisadas en el sentido de la fe en Cristo, la obediencia, la humillación a él, la confesion del pecado cada vez que le somos desobedientes.

 En fin, 'crecer en la gracia', si lo miramos bíblicamente, no es sencillamente un conjunto de términos que nos aprendemos de memoria... y ya... 'estamos en la gracia'. Por el contrario, la realidad del pecado nuestro es uno de los retos más grandes que tiene el cristiano y, en la medida que crecemos en todo lo que implica la sana doctrina dada por Cristo y recordada e instruída a nuestra alma por su santo Espíritu, en esa medida estaremos creciendo en esa gloriosa gracia del Señor Jesucristo.

 Uno de los engaños más grandes de muchas sectas es que, al atraer atención a las poquitas doctrinas, si alguna, en que coinciden con la Biblia, niegan otras áreas de doctrina que son parte esencial de la legitimidad misma de lo que dicen ser su 'norte doctrinal'... en el caso que nos ocupa: 'la gracia de Dios'.

 Nada más el sentido común debería alertarnos de que algo anda muy mal, muy contrario a la Palabra, cuando grupos sectarios que supuestamente enseñan la gracia de Dios niegan tantas otras enseñanzas bíblicas que son las que demuestran esa gracia en acción.  Y es ahí donde vemos esa 'gracia' de boca que en verdad no es 'la gracia legítima de Dios'.

 Tomemos como ejemplo una enseñanza común en muchas sectas hoy día, en particular aquellas que se precian por tener el término 'gracia' en su nombre o por ser, según ellos, 
maestros de la gracia. Me refiero a la realidad del pecado. La Biblia nos enseña una y otra vez sobre la realidad del pecado... no en un 'sentido del pasado', sino en 'nuestro presente diario vivir'.

 Y es, precisamente, la gracia de Dios la que se manifiesta cuando él obra por Su Espíritu en un pecador, trayendo la convicción de pecado y regalando la fe salvadora.  Es una de las doctrinas más básicas de la Palabra, a saber: La realidad del pecado y de la gracia salvadora de Dios.

 Pero, ¿Que puede significar la 'gracia' de Dios en sectas donde se enseña y recalca que "no existe ya el pecado ni la necesidad de salvación... que somos y que siempre hemos sido [según la eternidad de Dios] uno con él en naturaleza, por lo que no hace falta salvación"?

 ¿Dónde queda la genuina gracia de Dios cuando se enseña que  'después de la cruz [el tiempo de la cruz de Cristo] se nace 'sin  pecado'?... ¡y es una cita!  Enseñan que la tarea nuestra, hoy día, es la de anunciar a los humanos que siempre han sido salvados y que, ante esa realidad [una herejía], comiencen a disfrutar de esa vida que antes no sabían que tenían? Así de específico hemos leído tales cosas en estos días. Lo triste del caso es que son muchos los falsos profetas o maestros que enseñan tales barbaridades –como si fueran 'verdades gloriosas de la Biblia'– sabiendo que siempre habrá almas ciegas que los seguirán hasta el hoyo eterno.

 Es claro que el hablar de 'la gracia' en tales grupos no es de la gracia salvadora de Dios en Cristo, ya que, según ellos, no hay pecado ni necesidad de salvación.  Algún lector me dirá... ¿Y cómo puede haber tal tipo de religión o secta?  Bueno, es una realidad terrible, y están por muchos países predicando su herejía bajo la fachada de ser los 'verdaderos proponentes de la gracia de Dios'.

 En el caso mencionado, al leer los escritos de algunos de estos falsos profetas vestidos de luz, es fácil ver que enseñan que la gracia de Dios, aunque verdadera, ya pertenece al pasado... que ya hizo su obra por lo que no existe pecado, pecador ni la urgente  necesidad de conversión. Y tales aberraciones no son otra cosa que la más seria herejía posible, no importa cuánto hablen de la gracia de Dios.

 De hecho, en la literatura que hemos examinado con el debido cuidado, queda claro que muchos de estos líderes son no más que 'existencialistas', 'panteístas' [ 'panteismo' significa, en términos prácticos: Dios en todo, por lo que todo es Dios, la materia y los humanos incluídos], etc.  En tal caso, ¿Para qué predicar el evangelio, si todos los humanos ya son Dios... ya son Cristo...", como leímos hace poco en un escrito en que una persona le hablaba a otra: tratándose en uno al otro como 'Cristo'. Herejía. ¡Blasfemia!

<> En estas sectas no se observa una actividad evangelizadora en busca de los pecadores.  Es decir, no se escucha la predicación del evangelio de Cristo con la meta de llamar pecadores al arrepentimiento y la fe en Cristo.  La razón por ello es sencilla: No aceptan el testimonio bíblico sobre la realidad del pecado, basados en su interpretación errada, herética de que ya no nace gente pecadora, pues, la muerte de Cristo ya obró la salvación para todo ser humano en el planeta tierra. No ven al prójimo como un alma en necesidad de Cristo, sino que ven a todos como ya redimidos que sólo necesitan llegar a saber lo que son para que, según ellos, comiencen a vivir en su peculiar amor incondicional del que tanto hablan.

 En estas sectas se niega la existencia de Satanás; se enseña que el pecado no entró al mundo sino siglos después de la creación; se enseña que no hay un infierno literal, y así por el estilo. ¿Increíble, verdad? Pero, es cierto. Tal vez Ud. nos pregunte: Denos nombres de algunos de estos grupos con el fin de evitarlos.  Pudiéramos hacerlo, mas, no lo haremos por una razón muy sencilla: No vamos a dignificar ni legitimar aquello que es blasfemia y herejía en contra de la Palabra de Dios. Además, nombrar algunos dejaría otros sin darse a conocer.

 Lo que deseamos es que cada verdader@ hij@ de Dios pueda madurar en el discernimiento que Dios le da a los suyos.  Con los ojos del corazón abiertos hacia la Palabra eterna, el primer sonido hechizador –de estos propagandistas de lo falso vestido de 'la gracia'– que usted escuche le sonará desafinado.  Notará sin dilación: "Aquí algo me suena raro... no me suena a lo que procede de la Palabra de Dios." Usted también dirá: "Aquí algo me huele mal... algo apesta... esto no huele a lo que es perfume grato ante el Señor."

 Si usted se encuentra con un movimiento religioso, una secta, una iglesia, enseñanzas, en fin, cualquiera que le invite a seguir en tales pasos religiosos, 'échele un ojo' a la manera en que el lider es presentado... si es exaltado de una manera u otra, ya sea su persona o su nombre; tome nota de los reclamos de los mismos tocante a lo que prometen dar a sus seguidores.  Mire bien y escuche por si acaso hubiere la más mínima insinuación de que son eternos, dioses, sin pecado, si sus enseñanzas son las que le ayudarán a tener el entendimiento esclarecido, si son ellos mismos maestros de sabiduría [la cual SÓLO procede de Dios y no de hombre alguno] etc. Todo eso, y más, son banderas rojas y alarmas que deben sonar en su espíritu: ¡Peligro! ¡Huye! ¡No le digais bienvenido!

 A continuación les ofreceremos algunos detalles sobresalientes que hemos observado, leído y anotado en lo que a doctrinas de hombres en estas sectas se refiere, confiando que, en alguna medida, ésto le ayude a identificar con más facilidad y rapidez aquello que, aunque presentado con la 'gracia' en su nombre, título, contenido o naturaleza misma del líder máximo, no es otra cosa que una fuente de herejía. Cuando la Biblia nos habla de "examinarlo todo y retener lo bueno" [1 Tesalonicenses 5:21], no lo dice en el sentido de que un genuino cristiano ha de meterse a rebuscar todo lo que ofrece tal o cual secta debido a que vio, leyó o escuchó algo que sonaba bien o bonito. Conocemos a un hno. que justificó su merodeo por los 'vertederos de basura preterista' como su ejercicio personal ante Dios de 'examinarlo todo' con el fin de retener sólo lo bueno. ¡Ese es el 'auto-engaño en su máxima expresión!

 Viendo el contexto bíblico de esas palabras, hallamos que están en medio de una corta lista de instrucciones espirituales básicas en que, inmediatamente antes se les dijo que "no menospreciasen las profesías" [las predicaciones de la Palabra] y lo que sique directo: "apartaos de todo mal".  Ese 'examinar' al que se refiere Pablo es una acción o disciplina del creyente en que su madurez espiritual y conocimiento de los preceptos más básicos de la Palabra le capacitan para 'examinar'... analizar... medir... probar, etc. en el momento si lo que ha escuchado en esa 'profesía' o predicación es de acuerdo a la Palabra.

 Pablo no insta a los creyentes tesalonicenses a que vayan a las reuniones de los paganos, o que se pasen leyendo los escritos de los filósofos paganos (de tener acceso a ello) con el fin de analizar y ver cuán bueno sean, o cuán malo sean, o si dentro del mal hay algo bueno que valga la pena. Se trata, más bien, de un ejercicio dinámico, en movimiento y acción de un creyente que examina lo que escuchó y, de una vez, rechazó el error que oyó.

 Lamentablemente, hay cristianos que usan este texto como justificación para abrir sus mentes, almas y su todo a las enseñanzas de lo que abiertamente y a toda luz bíblica es una religión de herejía con el fin de 'examinarlo todo' por si hay algo bueno que se deba retener.  Esto es muestra de una profunda inmadurez espiritual donde el discernimiento espiritual está ausente. Es una excusa que no tiene peso alguno ante Dios.

  ¡Cuántas religiones y sectas no hay en los países en que vivimos! ¿Acaso nos vamos a adentrar en cada uno por un tiempo para ver lo bueno que nos pueda ofrecer? El creyente maduro sólo necesitará olfatear un poquito de error a nivel de herejía y huirá a gran velocidad de las puertas de tales sitios. ¿Por qué? Porque ha aprendido que la Verdad de Dios es preciosa y que sólo se halla en la santa Palabra de Dios, postrado en humildad y fe ante los pies de Cristo.

 Una iglesia que honra a Cristo conducirá a sus miembros y visitas hacia la única fuente de la fe, la Palabra de Dios y la persona de Dios hombre, Jesucristo, el unigénito Hijo de Dios. Las religiones, iglesias y sectas que se fundamentan en los hombres siempre señalarán a su líder máximo como poseedor de la verdad... que sus libros y demás escritos son fuente para el esclarecimiento de toda duda espiritual o religiosa, y que fuera de él o ella no hay verdad. ¡Hay quien reclama ser Cristo mismo en la carne! ¡Increíble estafa a sus seguidores!

 Veamos, pues, algunas de las áreas de doctrina que las sectas que dicen 'creer y enseñar la gracia' ponen en la mesa donde cenan sus seguidores. Le advertimos... algunas son muy fuertes, asqueantes, heréticas o blasfemas. Provienen de varias sectas, aunque estas que nos motivan a este estudio son muy parecidas en contenido básico, esencial, identificador:

[en negro para denotar la oscuridad de la herejía y blasfemia]

1. Que toda profecía de lo futuro se cumplió en el año 70 AD. [ Ese año es clave para estas sectas ].
2. Que Cristo no viene en el futuro... porque él ya vino en el 70.
3. Que no hay resurrección futura de los muertos... porque ocurrió     en el 70.
4. Que no hay juicio futuro porque ya ocurrió en el 70.
5. No hay ese juicio futuro porque nadie es pecador hoy día. Por lo que nada hay para juzgar.
6. No sólo son salvados todos, sino que tienen la naturaleza eterna de Dios desde la eternidad. [ Pre-existencia ]
7. Que al 'tener esa naturaleza divina y ya ser reyes, en esencia somos dioses.
8. Que Satán, o el Diablo no existe ni existió... que es un ente humano de nuestra creación.
9. Que Cristo ha reencarnado en uno de estos falsos profetas.
10. Que nunca hemos necesitado ser salvos.
11. Que nunca hemos necesitado ser rescatados.
12. Que nunca hemos necesitado ser redimidos.
13. Que nunca hemos necesitado ser reconciliados.
14. Que nunca hemos necesitado ser justificados.
15. Que nunca hemos necesitado ser perdonados.
16. Que nunca hemos necesitado ser resucitados.
17. Que nunca hemos necesitado ser convertidos.
18. Que nunca hemos necesitado ser transformados.
19. Que nunca hemos necesitado ser bautizados.
20. Que nunca hemos necesitado Salvador.
21. Que nunca hemos estado en peligro ante Dios.
22. Que nunca hemos necesitado pacto alguno.
23. Que somos el mismo Salvador.
24. Que Dios está en todo ser humano sin condiciones.
25. Que no importa lo que creemos.
26. Que Dios no requiere arrepentimiento.
27. Que Dios no requiere humillación.
28. Que la obra perfecta de Dios ha existido siempre en el ser humano.
29. Que Dios no impone requisitos de conducta.
30. Que la muerte del cuerpo es el final de su existencia [no hay resurrección, según ellos]
31. Que nosotros SOMOS AMOR, igual que Dios lo es.
32. Viven en 'amor incondicional' sin relación a pecado, etc.

 Son más... muchos más; pero, ahí detengo la lista.  Una sóla declaración de las que leyó es suficiente como para identificar al proponente como una secta falsa, así sea iglesia de nombre evangélico, cualquier denominación o sin denominación, incluya o no el término 'gracia' en su nombre público.

 Hace un tiempo estuvimos examinando muchas de estas enseñanzas en un sitio web que asegura que es fuente fidedigna de la sana doctrina. Tiene mucha literatura sobre la gracia de Dios y hasta un libro mío lo tenían allí sin mi permiso, habiéndose ya removido ante mi petición a tal efecto. Dicen ellos, así como lo he leído en otros sitios web que se presentan como 'de la gracia', que el 'cuerpo de creencia doctrinal' que ellos diseminan es la que mejor explica las enseñanzas del Nuevo Testamento.

 Ahora bien, reconocemos que cada sitio web [ las fachadas internacionales de iglesias, grupos, sectas, etc. ] no lo creerá todo, necesariamente, al 100% según hemos anotado arriba. En esos 32 puntos –y faltan muchos– hemos anotado un conjunto resumido de afirmaciones enseñadas por al menos cuatro específicos grupos o sectas.  Sin embargo, tarde o temprano, no dudamos de que cada grupo ahí representado –y los demás de similar corte religioso– habrá de admitir y enseñar públicamente que todos esos puntos ellos lo creen tal como se ha señalado.  Es que se relacionan... uno trae el otro de mano.  Recuerde: esa lista de 32 NO ES un resumen nuestro; son citas directas de cuatro sitios web.

 Y es que se trata de un denominador común entre ellos.  A la vez que le dan prominencia a sus nombres que realzan la terminología 'la gracia de Dios' –'gracia' que, como ya hemos visto, no es 'la gracia de Dios' sino sólo un producto humano que acomoda las doctrinas según su particular sistema religioso lo requiere– todos ellos son proponentes de lo que se conoce hoy día como 'Preterismo total' o completo.  No es, como tal, una teología organizada o sistematizada sino, más bien, una mezcla de errores doctrinales que parten de esta premisa:  Que en el año 70 AD –cuando los ejércitos romanos destruyeron a Jerusalem y, así, llevaron a cabo aquella destrucción que Cristo sentenció como el futuro inmediato para ese pueblo rebelde... pueblo al cual vino y no le recibió– TODO lo que Cristo profetizó en esos capítulos finales de Mateo se cumplió sin excepción alguna

[Vuelva y lea las dos porciones en color negro de forma unida, o corrida, pues, esa es la premisa fundamental de donde parte el preterismo total.]


 Con ese razonamiento echan, de una vez, al zafacón de su herejía todo lo que Cristo enseñó sobre eventos que aún no han ocurrido hasta el día de hoy, pues, si el día final hubiera ya llegado, yo no estaría aquí escribiendo ni usted ahí leyendo estas líneas. Una vez se echa a un lado la venida futura de Cristo, se va también la resurrección y el juicio final. Y, al irse el juicio futuro destinado para 'después de la muerte' de cada ser humano [vea Hebreos 9:27] se va también la realidad del pecado, del Diablo que anda cual león rugiente y, por ahí también se va la realidad de que todos  necesitamos ser salvos de nuestro pecado.  Como bien dijera un hermano en Cristo hace muy poco: Es como una hilera de fichas de dominó... tumbe una y las demás siguen cayendo una tras otra.

 En cuanto a 'Preterismo' como tal se refiere, no es, como ya indicáramos, una religión de por sí, denominación o cuerpo teológico. La palabra 'preterismo' es, realmente, un término gramatical de esos que aprendimos en la escuela. ¿Lo recuerda? Significa 'pasado', algo que ya ocurrió. Está el 'pretérito', el 'pretérito perfecto, y también el 'pretérito pluscuanperfecto', etc., etc.  Es decir, se trata no más de un término que identifca algo que ya pasó... algo que ya ocurrió.

 Por tanto, se puede decir que un cristiano que acepta que algunos de los eventos profetizados por Cristo ya han ocurrido tiene una visión 'preterista parcial'.  Es decir, acepta que algunas cosas ya se cumplieron. Cristo les dijo a sus discípulos que 'cuando vieran la ciudad rodeada de ejércitos, sepan que su destrucción está cercana [Lucas 21:20]. Hasta un historiador judío de aquellos tiempos, Flavio Josefo –no cristiano– dio fe por escrito de que, muy  curiosamente, ninguna de las personas de esa secta llamada 'cristiana' llegó a morir en el horrendo ataque que el ejército romano le propinó a Jerusalem.

 Dice él en sus escritos que, 'tal parece que había alguna clave secreta entre ellos que los ayudó a escapar antes de que el ejército volviera la 2da vez para rodear la ciudad y destruirla por su rebeldía contra el gobierno romano.  ¿Cuál habrá sido esa señal? Sencillo: el texto citado arriba. Cristo les ofreció hasta el detalle del ejército que rodearía la ciudad... "Váyanse rápido... no se detengan... ay de las que crían en esos días".

 Sólo para informar a quien desconocía hasta ahora ese detalle de la historia de aquella destrucción devastadora a Jerusalem, le diremos que, cuando el ejército romano, bajo la dirección del general Vespasiano, llegó a rodear o sitiar la ciudad –lo que es el primer paso para lograr la meta de destrucción total– algo muy sorpresivo e interesante ocurrió... algo de gran importancia histórica y profética. Resultó que, estando ya cercada la ciudad con todos sus moradores adentro sin medio alguno para escapar, llegó noticia desde Roma que Vespasiano debería llegar hasta Roma. Él había sido escogido como el próximo emperador.

 Ante tal situación, el ejército se retiró a sus guarniciones y quedó al mando su hijo, Tito. Tal parece que pasaron algunas semanas, o quizás más, hasta que al ejército le llegó el momento de reanudar su sitio y ataque contra la ciudad.  En esta ocasion, el que había sido el Comandante del ejército local era ya el Rey... el Emperador del Imperio Romano.  Y, curiosamente, su hijo Tito, quien quedó como el nuevo Comandante y dirigió al ejercito en su ataque mortal contra la ciudad y sus moradores era, también, por ser el hijo del Rey, un Príncipe. ¿Interesante, no? "El príncipe que ha de venir..." [Daniel 9:6]

 Observe, estimad@ amig@, ese intérvalo de semanas que tuvo lugar entre la retirada del ejército y su posterior regreso para cumplir su misión destructora. Mi observación y convicción personal es ésta: Los moradores típicos... a saber, los que no eran cristianos, verían esa retirada como todo un triunfo de la capacidad de resistencia de la ciudad y sus moradores. 'Todo tranquilo... la vida sigue igual... sigamos nuestra faena de cada día.'

 Pero, para los cristianos –instruídos en la Palabra de Cristo por los apóstoles y demás predicadores del evangelio– esa retirada debió haber sido ese 'rayo de luz o esperanza' que algunos tal vez pensaron ya no podría ocurrir. ¿Y cómo saldremos de aquí?  Dirían entre sí los obedientes a Cristo... "No te preocupes, Dios obrará de alguna manera".  Y al ver al ejército retirarse, no me cabe la menor duda de que los cristianos vieron, en tal acción, el cumplimiento de lo profetizado por Jesús. ¡Vámonos... antes que vuelvan... este es el momento... el ejercito nos rodeó, y ahora se fueron.  Hagamos caso a las palabras del Señor!

 Y así, sin pensarlo dos veces, se habrán ido... sin mudanza de sus muebles y pertinencias... cada uno tranquilo, como si nada pasara. Las que estaban embarazadas y las que recién habían parido la tuvieron que haber pasado bastante difícil.  Pero, se fueron... en obediencia a la palabra de Cristo: "Cuando vieréis a Jerusalem cercada de ejércitos, sabed entonces que su destrucción ha llegado" [Lucas 21:20]. Como era habitual que la gente saliese por las puertas de la ciudad en su ocupación del diario vivir, sería cosa normal ese movimiento de gentío.

 La gran diferencia, sin embargo, ocurrió con los cristianos –los salvados por la fe en Cristo Jesús– no regresaron a casa en la tarde o al anochecer. Ellos siguieron de largo... rumbo a dónde no sabrían, salvo aquellos que tenían amistades o parientes en otras regiones. El asunto es que se fueron ANTES de que el ejército regresó para llevar a cabo su ataque destructor.

 Los cristianos escaparon y siguieron viviendo sus vidas en los lugares a donde se refugiaron y, por ahí, el evangelio de Cristo se siguió diseminando por todo el mundo, llegando hasta las Américas y el Caribe, ¡a Dios las gracias y la gloria! Y la iglesia de Cristo ha seguido viviendo con sus ojos puestos en el Autor y Consumador de su fe, Jesucristo.  Eso sí: ha sufrido grandes pruebas y persecuciones, aun en las décadas presentes en que vivimos.

 Y la iglesia de Cristo ha seguido predicando el evangelio, llamando a los pecadores al arrepentimiento. ¿Por qué? Porque el mundo está lleno de pecadores en necesidad de Cristo, al igual que nosotros, los que ya somos salvos por la fe en Cristo, una vez estábamos "perdidos en nuestros delitos y pecados". 

 Ahora bien, no olvidemos... estas sectas que diseminan el preterismo total no aceptan que hay pecadores qué salvar en este mundo.  Por eso no hablan ni enseñan sobre la necesidad de conversión de pecadores.  Para ellos, ya toda redención ocurrió antes del año 70 AD por lo que se envuelven en sus fantasiosas enseñanzas que dan por sentado que ya estamos en la eternidad... que Cristo ya vino hace siglos... que no habrá resurrección ni juicio futuro ya que éstos ocurrieron en el 1er siglo.

 Ellos viven 'embriagados en su amor incondicional', hablando de 'la gracia' y de otros términos doctrinales bíblicos, pero, con la gran diferencia de que sus definiciones de los mismos distan mucho de la Palabra inspirada. Los crédulos y los incautos caen en la trampa mortal por no examinar las Escrituras. Oyen palabras y términos que conocen y, ¡ya! No examinan la envoltura. Se beben las gotas de leche sin percibir que éstas vienen mezcladas en un vaso de veneno mortal... de arsénico espiritual.

 ¿Dónde queda, pues, toda secta que –según la lista arriba, ya sea en parte o en mucho– niega tales verdades de la Palabra de Dios? Quedan expuestos por lo que son: Centros de herejía y blasfemia contra Dios, Su Palabra y Su Espíritu Santo. Tal cual Satanás, se visten como ángeles de luz, siendo no más que mercaderes de la más oscura herejía que se levanta contra el evangelio de Cristo.

 Podrán hablar de 'gracia' todo lo que quieran.  Podrán llamarse dioses, reyes, cristos, o cualquier otro descriptivo que sus egos requieran para sentirse bien en la sociedad donde viven y en sus autoproclamados papeles como los guías ciegos que son.  Mas, una cosa es bien segura... tan segura como que Dios es un Dios soberano sobre todas las cosas, y es que estos falsos profetas y todos los que les siguen despertarán algún día a la realidad de que, en efecto: , hay un Satán, al cual ellos sirvieron sin creer en su existencia; , son pecadores y, por no conocer a Cristo, , serán echados desde ese juicio de Dios –el juicio que, según ellos, no existe– al infierno que arde con azufre y fuego... infierno que, , existe aunque estos falsos profetas aseguren que no existe, algunos  de ellos llegando a bromear de tal existencia, diz que ficticia; , sus cuerpos muertos resucitarán a condenación, no importa que ellos juraron que la muerte física es la aniquilación total de la existencia del cuerpo... y así por el estilo, ad infinitum... ad nauseum.

  Queremos agregar una breve observación sobre el #32 de la lista arriba, a saber: 'el amor incondicional'.  Este descriptivo o término, que suena tan interesante y atractivo, nos parece ser uno de los anzuelos más llamativos de algunos de los preteristas totales de hoy.  ¡Es que suena tanto a algo que se relaciona con Dios!  Hay que admitirlo. La Biblia Sí nos enseña que 'Dios es amor'.  ¡Qué verdad tan preciosa!

 Sin embargo, estas sectas enseñan que 'nosotros somos amor' y, eso es no sólo contrario a lo que la Biblia nos enseña sino que es, en su esencia, una usurpación de lo que sólo le pertenece a la naturaleza de Dios: se atreven atribuirse a sí mismos esa naturaleza de 'ser amor', siendo no más que seres mortales y tan pecaminosos. ¡Qué barbaridad! ¡Qué herejía! ¡Cuán atrevido!

 Además, podemos afirmar que el 'descriptivo' como tal no es de origen bíblico.  Busque Ud. en todas las versiones hispanas; el término no existe.  Sólo existirá cuando uno de estos falsos profetas lance al mercado una 'nueva versión' corrupta con su propio nombre y con la meta de probar que es verdad lo que dice.

 El término no existe, pero, lo que es de más peso es que el concepto mismo NO procede de la BibliaEs lenguaje y concepto extranjero y foráneo a las Escrituras.

 Dios nunca habla en su Palabra de un 'amor incondicional' entre los humanos, así sea el creyente más dado a la fe de Cristo.  El amor de Dios, aun de Su parte hacia los suyos, tiene 'condiciones'; es decir, no es incondicional.  Nos referimos a las enseñanzas bíblicas que atan lo genuino de la profesión de fe en Cristo con el fruto que da el árbol.

 1 Juan 2:15 nos dice: "No améis al mundo, ni las cosas que están en el mundo.  Si alguno ama al mundo, el amor del Padre no está en él". 

 En Lucas 6:44 leemos: "Porque cada árbol por su fruto es conocido; que no se cogen higos de los espinos, ni vendimian uvas de las zarzas."  Sin embargo, el preterismo total no cree que hay pecado por lo que no puede haber árbol malo ni fruto malo.  Algún día y, demasiado tarde, sabrán que no era cómo ellos querían que fuera. Y los ciegos que cayeron al hoyo por seguir fascinados a los falsos maestros que tan bonito les hablaban no podrán reclamar ante Dios inocencia por su desvarío. Sufrirán "la paga del pecado".


 Al leer cómo estas sectas usan esta frase tan atractiva y pegajosa, debemos tomar nota de que especifican que se aman y se relacionan no importa 'quién eres, lo que crees, cómo vives ni ninguna otra limitación'. ¡Imagínese! ¿Qué hace ésto con el pecado en cualesquiera de sus modalidades?  Sólo un alma de lo más crédul@ e incaut@ podría creer tal aseveración sin dudar o cuestionar la veracidad de ese particular.

 Una cosa es el corazón compasivo de un creyente que ve a los seres en su derredor como almas que necesitan de Cristo.  Al drogadicto y enviciado más sucio debemos verlo con un corazón compasivo, claro que sí.  A la ramera, al ladrón, al asesino... a todos... verlos como almas que están en pecado y necesitan ser salvadas por la gracia de Dios.  Aun a estos falsos profetas que promueven lo que arriba hemos señalado y demostrado con sus propios escritos... ¡aun a ellos los hemos de ver con corazón compasivo, pidiendo a Dios que les abra sus ojos, les humille y les lleve arrepentidos a los pies de Cristo, suplicando su perdón y salvación! ¡Ellos también necesitan de Cristo, no importa su noción de que nacieron 'sin pecado' diz que porque Cristo  murió en la cruz por el pecado!

 Sin embargo, algunos de estos auto-proclamados 'maestros de la verdad' aseguran que ese 'amor incondicional' en ellos no mira al prójimo de forma alguna que enfoque o vea su conducta, su moral, sus malas costumbres, etc.  Suena bonito y fascinante hasta un punto.  Pero, el alma que tiene discernimiento de Dios no olvidará que no son pocas las enseñanzas de Cristo, así como las apostólicas, en que se señala el pecado en la otra persona con miras a que sea sanada espiritualmente de su mal. 

 El preterismo total, sin embargo, promueve el concepto de que todo humano es ya un rey o una reina, viviendo ya en amor incondicional... ¡ad infinitum y ad nauseum!  Su 'ministerio' –si es que así se fuere a llamar– en la vida no se encamina a 'envangelizar al pecador para que pueda conocer de Cristo y ser salvo en él', sino que tiene como meta el comunicar a l@s  human@s  que 'ya son reyes, que ya son hij@s de Dios, que ya poseen vida eterna desde antes de nacer', etc. Todo con el fin de estimular a esos oyentes a que disfruten ese fantasioso amor incondicional del que tanto hablan y sueñan. Lo escrito es no más que citas resumidas tomadas directamente de los escritos de estos falsos maestros. 

 Pablo mismo reprendió públicamente a Pedro por su hipocresía mostrada ante la iglesia de Antioquía. La Palabra nos amonesta a confesar nuestras faltas los unos a los otros.  En fin, la Biblia jamás nos enseña de un 'amor incondicional' que no ve el pecado, el mal y la debilidad en el prójimo.  Por el contrario, nos instruye en cómo  tratar con tales casos a fin de ayudar a esas almas a volver a mirar a Cristo en quien sólo hay perdón. Y ése sí que es un genuino amor cristiano: que ama al prójimo y busca su bien espiritual como resultado de un genuino amor al Señor y Su santa Palabra.

 Contra Dios es que pecan y se rebelan al negar la Verdad de la vasta mayoría de Su Palabra. Uno de ellos escribió que 'la gracia es la doctrina principal de importancia y que lo demás es sólo  secundario'... entiéndase, de menor importancia. Es difícil entender  cómo uno que dice ser hijo de Dios pueda hablar así y, lo que es peor, no comprender que sus posturas afirmadas en la lista –arriba en negro– comprueban su total rebelión contra Dios soberano. Todas esas aseveraciones, según el falso profeta que así escribió, son solamente doctrinas de menor peso e importancia por lo que no importa lo que se crea o se haga con ellas. ¡Increíble! En otras palabras, él afirmó que, después que uno 'viva en esa amor incondicional' que él enseña, lo demás es secundario... no es de gran importancia como para ser objeto de discusión, discensión o escrutinio minuscioso ante la Palabra.  ¡Qué barbaridad!

  Con todo y eso, cualquiera que se arrepiente de su pecado y los confiesa humildemente ante Dios, creyendo en Cristo, Dios lo salvará. Dios salva a los rebeldes, a los falsos profetas, a los pobres viciosos igual que al más refinado y educado rico que, de manera igual, confiese su pecado ante Dios.  Sí, él salva al más vil pecador que, arrepentido de su pecado, pone su fe en el Señor Jesucristo como único y suficiente Salvador. ¡Y aún puede salvar a un moderno falso profeta como los que aquí desencubrimos!

 Otra cosa es embriagarse con la noción de que 'yo te amo y tú me amas y tenemos comunión espiritual no importa quién tú seas, lo que creas o lo que hagas en tu vida'. ¡Locura! ¡Herejía! Y ya hemos visto cómo estas nuevas teorías de 'amor incondicional' producen en algunos todo lo contrario a una conducta amorosa, respetuosa, armoniosa.  Hasta ahora, el trato recibido por nuevos seguidores del preterismo total ha demostrado una total ausencia del amor de Dios.  Sólo he visto y experimentado ofensas y acusaciones sin fundamento sin asomo alguno de humilde arrepentimiento. ¿Y ese es el 'amor incondicional? ¡Claro que sí! Es de esperar, ya que no es ni puede ser el amor genuino de Dios. El amor de Dios sólo se muestra y se siente en un ambiente espiritual donde no reina el pecado.

 Y, de ahí, enseñan que practicamos [ellos, claro está] el 'amor incondicional' con todos los seres humanos porque todos 'somos hijos' de Dios y tenemos salvación 'desde la eternidad' con Dios,  [con ello entiéndase: desde siempre; ¡desde su pre-existencia!] Por supuesto; nada de esto viene de Dios. Viene de filósofos como
Descartes, Kant, y tantos otros existencialistas y proponentes de la 'metafísica de la moralidad', etc., la que tanto atrae a los falsos profetas que dirigen estas sectas. 

 Una cosa es segura: NO VIENE DE DIOS. Hay que reconocer que la frase 'amor incondicional' se la ingenió alguien inteligente y con gran astucia, alguien que sabía que con ella habría de atraer a las personas que no examinan
a la luz de la Biblia aquello que leen y oyen sino que, por el contrario, lo aceptan todo según la atractiva apariencia inicial que les llega.  Y cuando les fascina ese amor incondicional que viene bautizado como gracia que no es 'la gracia de Dios', se van de pies y cabeza detrás de los fascinadores con sus hechizos y encantos. 

 Y lo trágico del caso es que a veces son almas a quienes, en el pasado, Dios en su gracia y misericordia les trajo luz espiritual y el  entendimiento de la Verdad, pero que, ahora, le han dado la espalda a esa gracia de Dios para irse con los que "amontonan para sí maestros falsos conforme a sus propias concupiscencias", llevados de esa 'picazón de lo nuevo' que escuchan de labios lisonjeros habilidosos para aparentar luz cuando sólo hay tinieblas.

 ¡Cuánto error y herejía existe en estas sectas! Sigue repitiéndose la palabra bíblica que describe a "los ciegos que, por seguir al guía ciego, caen juntos al hoyo profundo, eterno".  Ah, pero... claro está... ellos no, según su fascinante concepto, ya que para ellos no existe tal hoyo profundo, eterno, ardiendo en fuego y azufre. El día que sean echados del santo trono del juicio divino descubrirán, por vez primera, que siempre estuvieron equivocados.  Les habrá llegado su comienzo de la eternidad en el lago de fuego junto al Satanás que juraron no existía. ¡Cuán terrible y triste situación!

 Dios tenga misericordia de estas almas tan engañadas y ciegas. Oramos que él haga llegar estas líneas a alguien que esté envuelto en, sumido en, probando o examinando estas herejías por ver si halla algo bueno en tal oscuridad y l@ saque del hoyo profundo y traiga a su rescate en la sangre de Cristo antes de que sea muy tarde para tal rescate.

 Dios los ayude. Dios nos ayude.

D. Surpless - Director VGC


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